Ahora la esperanza de Fernando es que como mínimo los encubridores que siguen vivos sean debidamente juzgados y condenados. Además, que por parte de la Iglesia católica haya una compensación hacia las víctimas
Fernando Pedrajas, el sobrino del padre Alfonso Pedrajas “Pica”, reveló sus motivaciones para difundir el diario de su tío y la experiencia que atravesó al conocer que su familiar había cometido múltiples abusos a menores en Bolivia.
“Descubrí que Pica fue un pederasta y que la orden lo protegió. Sentí miedo, asco. Me llevé un chasco, un desencuentro absoluto”, contó Fernando a El País de España.
El joven que vive en España encontró el diario de su tío (fallecido en 2009) en medio de la pandemia, cuando ordenaba en la casa de un familiar.
Reveló que había enviado un esbozo de la historia a Luis Carrasco, director del colegio Juan XXIII de Cochabamba, donde el padre Pedrajas tenía más víctimas, además de asociaciones de alumnos y organizaciones dedicadas a la protección de víctimas de abusos.
Según Fernando, el director Carrasco le respondió que “no conocía nada de esta historia y que, por tanto, él no estaba en disposición de poder ayudar”.
Sin embargo, también se contactó con él el jesuita Osvaldo Chirveches, director de la delegación de ambientes seguros de la orden, quien le pidió una reunión y le insistió que le envíe el diario, pero no confiaba en él.
También dijo que ha ofrecido el diario a la asociación de antiguos alumnos de dicho colegio, pero no aceptaron y decidieron no denunciar.
En España, su denuncia fue ignorada por la Iglesia de Madrid y fue archivada por la Fiscalía. “Mi tío está muerto y es evidente que está prescrito. Una víctima declaró desde Bolivia, aunque la asociación de antiguos alumnos, como entidad, decidió no apoyarla”, detalló respecto al proceso judicial.
Ahora la esperanza de Fernando es que como mínimo los encubridores que siguen vivos sean debidamente juzgados y condenados. Además, que por parte de la Iglesia católica haya una compensación hacia las víctimas
Invitó a las víctimas a sumarse a la denuncia y les animo a que le manden un email a la dirección: asociacionvictimasj23@gmail.com.
Consideró que “lo más alarmante de todo” es el encubrimiento. “No sé ni cómo llamarlo de lo repugnante que es. No se pueden escudar en el secreto de confesión”.
“Marco Recolons (uno de los presuntos encubridores) tiene que ser juzgado. Y si se demuestra que tenía conocimiento (de los abusos), tiene que asumir las consecuencias. El silencio de la Iglesia es lamentable. Conocía desde hace décadas los abusos cometidos por Pica y de otros jesuitas. Lo ocultó con mentiras y continúa mintiendo sobre el caso”, lamentó.