Carbonato de litio es materia prima para fabricar baterías y frente a la creciente producción de vehículos eléctricos, la demanda de éste y otros derivados de litio se disparó en el mercado internacional
Presidente ejecutivo de YLB, Carlos Ramos, confirmó que la Planta Industrial de Carbonato de Litio, emplazada en el desierto de sal de Uyuni, del departamento de Potosí, será inaugurada este mes.
Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) prevé obtener un ingreso de alrededor de $us 70 millones por la comercialización de las primeras 2.000 toneladas (t) que hasta fin de año producirá la Planta Industrial de Carbonato de Litio.
“Este es un hito. En nuestro país es quizás una de las actividades más importantes, porque vamos a dar ese paso que se ha esperado durante tantos años, que lo estamos consolidando en nuestra gestión”, relievó.
Bolivia cuenta con 23 millones de toneladas de litio en los salares de Uyuni (21 millones de toneladas), Coipasa (1,8 millones de toneladas) y Pastos Grandes (200.000 toneladas). Con ese volumen, se mantiene en el primer lugar de la lista de países del mundo que también tienen el metal
La planta tiene una capacidad de producción de 15.000 toneladas de carbonato de litio; sin embargo, se prevé que desde este mes, hasta finales de año, ingrese al mercado con una producción inicial de más de 2.000 toneladas.
“En esta primera fase, estamos proyectando producir 2.000 toneladas. Hagámosle el cálculo, actualmente, el litio está en 35.000 dólares por tonelada, aproximadamente, entonces, ese es el monto que va a recibir nuestro país por ingreso bruto en esta primera instancia”, dijo.
Ramos destacó que las ventas de carbonato de litio boliviano se incrementarán este año, ya que se comercializará dicho volumen, además de la producción de la planta a escala piloto.
La construcción de la factoría industrial demandó una inversión de aproximadamente $us 130 millones.
En 2020, durante la gestión del gobierno de facto de Jeanine Áñez, la construcción de la planta fue paralizada; sin embargo, fue reanudada con la llegada al Gobierno del presidente Luis Arce, en 2021.
El carbonato de litio es una materia prima para la fabricación de baterías y ante la creciente producción de vehículos eléctricos, la demanda de éste y otros derivados de litio se disparó en el mercado internacional.