Esta es la primera medida importante en cuestiones militares que toma Moscú tras los recientes avances que ha logrado la contraofensiva ucraniana desde que Rusia decidiera invadir este país a principios de febrero
Presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció este miércoles la movilización de 300.000 reservistas del ejército para apoyar las operaciones militares que mantiene en Ucrania.
"Considero necesario apoyar la propuesta del Ministerio de Defensa y del Estado Mayor General para realizar una movilización parcial en la Federación Rusa", dijo Putin durante un discurso televisado a la nación.
Esta "movilización parcial", según el mandatario ruso, es producto de la necesidad de defender la soberanía y la integridad territorial del país.
De acuerdo con lo señalado por el propio Putin y por su ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, solo llamarán a los reservistas que hayan cumplido con el servicio militar obligatorio.
El anuncio de Putin desencadenó numerosas protestas por todo el país. Según el grupo de derechos humanos OVD-Info, más de 900 personas han sido arrestadas por la policía en diferentes ciudades rusas. El número más alto de detenciones se produjo en Ekaterimburgo, una gran ciudad al este de Moscú.
Esta es la primera medida importante en cuestiones militares que toma Moscú tras los recientes avances que ha logrado la contraofensiva ucraniana desde que Rusia decidiera invadir este país a principios de febrero.
En las últimas semanas, el ejército ucraniano logró recuperar más de 3.000 kilómetros cuadrados de territorio en el este del país, lo que había obligado al reagrupamiento de las tropas rusas.
La propuesta de la "movilización parcial" de la población rusa había sido hecha por Shoigú recientemente y aprobada por Putin esta semana.
De hecho, fue el propio ministro quién confirmó este miércoles que "300.000 reservistas"serían llamados a combatir.
En su intervención, Putin además advirtió que utilizará "todos los medios" que tiene Rusia para defender su territorio y habló de un supuesto "chantaje nuclear" de Occidente, lo que generó preocupaciones en todo el mundo.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, afirmó que no cree que el mundo le permita a Putin usar armas nucleares y pidió no dejarse intimidar por las amenazas del presidente ruso.
"No creo que él (Putin) use esas armas. No creo que el mundo le permita usar esas armas", dijo al diario alemán Bild. Zelensky agregó que el anuncio del presidente ruso muestra que quería ahogar a Ucrania en sangre, incluida la de sus propios soldados.
Alexei Navalny, la máxima figura de la oposición rusa que ahora se encuentra en prisión, pronosticó que la movilización ocasionaría una tragedia.
"Esto resultará en una masiva tragedia, en una cantidad masiva de muertes. Para mantener su poder personal, Putin se fue a un país vecino, mató gente allí y ahora envía una gran cantidad de ciudadanos rusos a esa guerra", aseguró Navalny en un video grabado en la cárcel y publicado por sus abogados.
Por su parte, la embajadora de Estados Unidos en Ucrania aseguró que la movilización parcial de militares reservistas ordenada por Putin muestra signos de "debilidad" y "del fracaso" de Rusia.
"Estados Unidos nunca reconocerá el reclamo de Rusia sobre el territorio ucraniano que supuestamente (planea) anexar y continuaremos apoyando a Ucrania todo el tiempo que sea necesario", tuiteó Bridget A. Brink la mañana de este miércoles.
secretario de Defensa de Reino Unido, Ben Wallace, también afirmó que la decisión de Putin demuestra que su invasión está fracasando.
"Él y su ministro de Defensa han enviado a la muerte a decenas de miles de sus propios ciudadanos, mal equipados y mal dirigidos", escribió en un comunicado publicado por el Ministerio de Defensa en Twitter.
"Ninguna cantidad de amenazas ni de propaganda puede ocultar el hecho de que Ucrania está ganando esta guerra, la comunidad internacional está unida y Rusia se está convirtiendo en un paria global".
Varios países de Europa Central y Oriental también reaccionaron al anuncio. El primer ministro de la República Checa, Petr Fiala, calificó la movilización parcial del ejército ruso como "un intento de intensificar aún más la guerra que Rusia lanzó contra Ucrania".
"Es una prueba más de que Rusia es el único agresor", agregó. El vicecanciller de Alemania, Robert Habeck, describió la medida como "otro paso equivocado de Rusia", mientras que el primer ministro holandés, Mark Rutte, dijo que los planes de movilización y referéndum enviaban "una señal de pánico".