El pueblo salió a las calles, convocado por el sonido de las campanas de la iglesia de San Francisco. Esta acción no sólo simbolizaba la resistencia contra la opresión colonial, sino también el anhelo de libertad y justicia
Este 25 de mayo se celebra los 215 años de la Revolución de Chuquisaca, conocida por la historia hispanoamericana como el Primer Grito Libertario de América.
Se conmemora el coraje y la determinación de los habitantes de la ciudad de Charcas, ahora conocida como Sucre, que en 1809 se alzaron contra la Real Audiencia española de Charcas, marcando el inicio de los movimientos independentistas del continente.
El espíritu libertario de Chuquisaca se extendió rápidamente y los actos revolucionarios, iniciados en Chuquisaca, fueron el preludio de una campaña de emancipación que duró 15 años, culminando el 6 de agosto de 1825 con la proclamación de la independencia de Bolivia.
Aquel histórico día, el pueblo de chuquisaqueño protagonizó un levantamiento popular que resonó por toda América Latina. Figuras valientes como Juana Azurduy, Bernardo de Monteagudo, Jaime de Zudáñez, Mariano Michel, y José Manuel Mercado, entre otros grandes patriotas, desafiaron a las autoridades coloniales en busca de una independencia.
Entrega de la ofrenda floral por parte del presidente Luis Arce a los pies del monumento a Jaime de Zudáñez, en la plaza principal 25 de Mayo de la ciudad de Sucre, se dio inicio este sábado a los actos protocolares por los 215 años del Primer Grito Libertario en América y aniversario del departamento de Chuquisaca.
Luego, el jefe del Estado procedió a la iza de la bandera boliviana en el frontis de la Casa de la Libertad, junto al vicepresidente David Choquehuanca y el gobernador de Chuquisaca, Damián Condori, quienes izaron la wiphala y el emblema departamental, respectivamente.
“Rendimos honores a la Revolución del 25 de mayo de 1809, con una ofrenda floral e iza de nuestras banderas.¡Felicidades Chuquisaca!”, posteó el mandatario en sus redes sociales.
En los actos protocolares estuvieron presentes los ministros de Estado, autoridades de los órganos Legislativo, Judicial y Electoral; autoridades departamentales y militares; además de representantes de distintas instituciones y organizaciones sociales, luego se efectuó una ceremonia interreligiosa, y ofrendas a la Pachamama o Madre Tierra.
El pueblo salió a las calles, convocado por el sonido de las campanas de la iglesia de San Francisco. Esta acción no sólo simbolizaba la resistencia contra la opresión colonial, sino también el anhelo de libertad y justicia.
Cada 25 de mayo, la «Campana de la Libertad» se toca en honor a este acontecimiento, que los historiadores denominan la «Chispa de la Liberación Americana».
La Revolución de Chuquisaca no fue un evento aislado. Fue parte de una serie de levantamientos que, inspirados por el apresamiento del rey Fernando VII y la invasión de Napoleón a España, buscaron la emancipación de los pueblos de América. Las revueltas indígenas lideradas por figuras como Tomás Katari y Túpac Amaru en décadas anteriores ya habían mostrado el camino de la resistencia.