Para destrabar este proceso, desde la Asamblea Legislativa Plurinacional, se prepara una ley que acortaría los plazos para la preselección
Presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Oscar Hassenteufel es relecto y afirmó la noche de este lunes que están sentadas las bases para realizar las elecciones judiciales este año, pero la fecha definitiva está condicionada a las decisiones que asuman el Tribunal Constitucional Plurinacional y la Asamblea Legislativa.
“Están sentadas las bases para llevar este proceso de la mejor manera posible, pero no podemos asegurar cuándo van a empezar esas actividades (calendario)”, explicó en conferencia de prensa luego de su reelección como titular del TSE para los próximos dos años.
Acompañado del electo vicepresidente Francisco Vargas y del resto de las vocales, recordó que el proceso de preselección de candidatos, que le corresponde la Asamblea Legislativa, fue paralizado por segunda vez en virtud a una medida cautelar emitida por el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) tras admitir una acción de inconstitucionalidad abstracta presentada por el diputado de Creemos Leonardo Ayala.
En su petitorio, el legislador opositor alega que corresponde una ley para este proceso de preselección de candidatos, como sucedió el 2017. Además, pidió la aprobación por dos tercios de todas las fases del trabajo parala preselección de candidatos judiciales.
Esta es la segunda versión del reglamento de preselección que es objetada y suspendida en su aplicación. El primer proceso de preselección de candidatos judiciales fue suspendido el 13 de abril, por decisión de un fallo de la Sala Constitucional Primera de Beni, a demanda del abogado Miguel Ángel Balcázar, que observó el requisito de no emitir comentarios políticos.
Para destrabar este proceso, desde la Asamblea Legislativa Plurinacional, se prepara una ley que acortaría los plazos para la preselección.
Planteado este escenario, Hassenteufel afirmó que el Órgano Electoral realizó análisis técnicos de los plazos mínimos y máximos para garantizar una elección de calidad, que cumpla con los estándares internacionales y certifique la participación efectiva e informada de los bolivianos.
Así se identificaron “hitos” importantes para la celebración de la tercera elección judicial.
“Si eventualmente e idealmente hasta el 17 de mayo la Asamblea Legislativa lanzara la convocatoria, para el 10 u 11 de junio el Tribunal Supremo Electoral lanzaría su propia convocatoria, esto nos permitirá llevar el proceso electoral el día 5 de noviembre”, explicó el presidente del TSE.
Continuó Hassenteufel: “si ello no ocurre, los plazos tendrían que acortarse y tendríamos que optar por una decisión como la que se encontró el año 2017, cuando se dictó una ley especial, la ley 960; probablemente, acortando unos plazos, podríamos llevar adelante la elección el 26 de noviembre”. Aclaró que estas fechas son tentativitas, porque todo dependerá de las decisiones que asuma, primero, el Tribunal Constitucional y luego la Asamblea Legislativa.
“No tenemos la posibilidad de fijar nada con precisión, hemos señalado algunos hitos que pueden servir, pero todo va a depender de los tiempos que se tome el Tribunal Constitucional y de los tiempos que también tome la Asamblea Legislativa para aprobar de nuevo la convocatoria y el reglamento. Decir cualquier cosa sería hacer un juego de adivinanza que no corresponde”, insistió.
En esas elecciones, los bolivianos elegirán a los nuevos magistrados y consejeros que conformarán el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), el Tribunal Agroambiental (TA) y el Consejo de la Magistratura (CM).