Ahora no tiene dinero para comprar los medicamentos que le piden en el hospital, tampoco dispone de tiempo para formular la denuncia en la PolicÃa ya que debe estar pendiente de su hijo en el hospital
Alfredo Mamani, de 23 años, hace más de una semana ha convertido al hospital de niños Mario Ortiz en su segunda casa, pues se mantiene en vela, muy pendiente de la salud de su hijo, de 11 meses de nacido, afectado por dengue. Este padre de familia fue víctima del robo del dinero colectado para el tratamiento de su primogénito.
Los ladrones aprovecharon que él había terminado de comer en una pensión, para ofrecerle un refresco. El hombre aceptó la bebida, pero luego de consumirla perdió el conocimiento.
"No recuerdo quién fue la persona que me invitó un refresco, ahora me he quedado sin el dinero que era para pagar el tratamiento de mi hijo, porque tiene dengue y está internado", se lamenta Alfredo.
Al recobrar la conciencia, revisó sus pertenencias y la bolsita donde solía guardar el dinero, pero no estaba, tampoco su tarjeta del banco, pues su billetera fue rebuscada por los ladrones.
Fueron 5.000 bolivianos los que había retirado del banco, los guardó en una bolsa y en su billetera tenía su tarjeta de débito, donde desafortunadamente guardaba hasta la numeración del pin, todo le fue sustraído.
Alfredo acudió al banco para cancelar su tarjeta, pero le informaron que habían retirado su dinero en un cajero automático en tres movimientos, el primero de Bs 400, luego de Bs 1.000 y finalmente de Bs 300, haciendo en total Bs 1.700. Ese monto sumado a los Bs 5.000 hacen que el robo alcance a los 6.700 bolivianos.
"Se han robado el dinero que era de mi hijo, son casi 7 mil bolivianos que no eran míos, no se quién me los ha robado porque me dieron ese refresco y no recuerdo nada", denuncia el hombre.
El dinero fue colectado durante la semana por personas voluntarias para ayudar al pequeño que no solo tiene dengue, sino que padece de epilepsia y actualmente se encuentra internado en la sala de neurocirugía pues le detectaron coágulos en el cerebro.
El hombre ahora no tiene dinero para comprar los medicamentos que le piden en el hospital, tampoco dispone de tiempo para formular la denuncia en la Policía ya que debe estar pendiente de su hijo en el hospital. Él y su esposa se turnan para cuidar al niño.
Alfredo, quien hace un año llegó desde Cochabamba para radicar en la capital cruceña, convive con su esposa en la zona sur de la ciudad. Dice que se ha visto obligado a dejar de trabajar como albañil, ya que el tiempo que demanda para cuidar de su hijo es de 24 horas.
Apela a la solidaridad de la población para volver a recaudar algo de dinero y poder comprar los medicamentos que necesita su hijo. El 16 de abril, el pequeño cumplirá su primer año de vida.