El exjesuita sostiene que la Compañía de Jesús encubrió sistemáticamente los casos de abusos que se conocieron y que acalló a quienes los denunciaron
Pedro Lima es un exjesuita que fue expulsado de la orden cuando denunció los abusos sexuales de Alfonso Pedrajas y de otros sacerdotes. “Me expulsaron de la orden cuando denuncié los abusos”, afirma para una nota de El País de España.
Lima, radicado en Paraguay, relata que en 2001 viajó de Sucre a Oruro para reunirse con el entonces provincial de los jesuitas, el español Ramón Alaix, con el fin de denunciar que Pedrajas y otros sacerdotes abusaban sexualmente de menores y de los novicios de la orden. Este último caso fue el que finalmente provocó que Lima acudiera en 2001 a denunciar los abusos a sus superiores.
El entrevistado cuenta que el entonces provincial fue despótico. “Me expulsaron de la orden cuando denuncié los abusos. Él lo sabía todo y esa fue su respuesta”, relata al medio español.
Un día después de la reunión, Lima recibió una carta que oficializaba su salida. Sin embargo, la expulsión no fue la única represalia. Y es que los jesuitas se comprometieron a financiar sus “gastos académicos de matrícula y créditos”, para que pudiera estudiar la carrera de Teología con el fin de “optar a la ordenación sacerdotal”.
Lima aceptó y asegura que también recibió 3.000 dólares de la mano del catalán Marcos Recolons, entonces un alto cargo de la orden, que unos años más tarde llegó a la cúpula de la orden en el Vaticano. No obstante, después le cortó el financiamiento, porque “seguía hablando de los casos de pedofilia”.
“Un año y medio después, me llamó Recolons por teléfono para decirme que la compañía me sancionaba y me cortaba la financiación [de los estudios] porque seguía hablando de los casos de pedofilia. Fue una forma de acallarme. Me dijo: ‘No voy a permitir que hables [mal] de mis hermanos jesuitas”, afirma.
El exjesuita sostiene que la Compañía de Jesús encubrió de manera sistemática los casos de abusos que conocieron y que sancionó y acalló a quienes lo denunciaron.
Lima fue jesuita entre los años 1992 y 2001. Pasó como novicio y maestro por Oruro, Cochabamba y Sucre. “En todas ellas relata que fue testigo de los abusos que cometieron Pica y Luis Tó -otro jesuita que la orden trasladó en 1992 hasta Bolivia por una condena de pederastia en España- y acusa de los mismos delitos a Antonio Gausset Capdevila , alias Tuco, un prestigioso sacerdote catalán que desarrolló su carrera eclesiástica en Bolivia”, señala el periódico español.
El exjesuita sostiene que la Compañía de Jesús encubrió sistemáticamente los casos de abusos que se conocieron y que acalló a quienes los denunciaron. El País detalla que Lima estuvo en la orden entre 1992 y 2001. Como novicio y maestro recorrió Oruro, Cochabamba y Sucre, lugares en los que afirma haber sido testigo de los abusos cometidos por: Pedrajas, Tó y Gausset Capdevila, apodado ‘Tuco’.
De acuerdo con el relato de Lima Gausset abusó de niños indígenas y de familias vulnerables que eran llevados para que pudieran ayudarlo, puesto que padecía de una enfermedad degenerativa, que le impedía caminar.
Sobre Tó, Lima indicó que este ya había sido denunciado en España por abuso a una menor, después de lo cual fue enviado a Bolivia.
Según el diario español tanto Alaix como Recolons son dos de los sacerdotes que la Compañía de Jesús en Bolivia suspendió, junto a otros seis, mientras realiza investigaciones. Los nombres de ambos aparecen registrados en el diario de Pedrajas, como conocedores de sus delitos y de quienes habría recibido protección.
La Fiscalía General del Estado inició las investigaciones en torno a este caso, en Bolivia, y lo ha declarado en reserva por 10 días. La Compañía de Jesús denunció ante la Felcc, los hechos y sigue también sus propias investigaciones, desde abril de este año, como señala en su sitio web, donde también indica que inició otro proceso en agosto de 2022 y terminó este año, pero no detalla los resultados.
Pedro Lima Salazar, según una publicación de 2012 de Los Tiempos, fue elegido representante por Cochabamba en la Asamblea Constituyente de 2009, postulado por la agrupación Ciudadanos Unidos, que tenía una alianza con el Movimiento Al Socialismo.
El 18 de julio de ese año se supo que la Comisión Nacional de Refugiados (Conare) de Paraguay le otorgó asilo político. En ese tiempo denunció que recibió agresiones físicas de grupos de choque y que su familia era perseguida.