El año pasado Luis Arce Gómez exministro del Interior de la dictadura de Luis García Meza, aseguró que los restos del líder socialista estaban en la casa de Bánzer
Fiscal Superior, Gilbert Muñoz, informó el lunes que el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) realiza exámenes genéticos y de ADN a un cráneo y restos óseos que fueron encontrados en la hacienda del extinto expresidente Hugo Banzer Suárez, que se presume serían del exlíder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz, asesinado en 1980.
“Estamos realizando algunas diligencias, hay una comparación que se debe realizar de alguna evidencia que se encontró por el IDIF, se presume que pueda ser del señor Marcelo Quioga Santa Cruz”, informó a los periodistas.
Múñoz precisó que los restos óseos se encontraron tras una investigación de un equipo forense integrado por antropólogos argentinos que encontraron los restos en una hacienda de San Javier, en el departamento de Santa Cruz.
“Esta evidencia que se tenía en custodia se la está comparando con resultados de genética obtenidas de familiares del señor Marcelo Quiroga Santa Cruz, entonces, nosotros estamos a la espera de esa diligencias para confirmar o descartar esa información”, explicó.
Informo que esos restos óseos fueron entregados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) al IDIF, dependiente de la Fiscalía General del Estado.
Múñoz precisó que en 2016 el EAAF realizó excavaciones en la hacienda del expresidente y remarcó que fue una labor que compleja por las características del lugar.
Actualmente se realiza un examen genético de comparación y se espera obtener los resultados en las siguientes semanas. Quiroga fue asesinado el 17 de julio, día del golpe, en los locales de la Central Obrera Boliviana (COB), en La Paz.
El año pasado Luis Arce Gómez, exministro del Interior de la dictadura de Luis García Meza, aseguró que los restos del líder socialista estaban en la casa de Bánzer.
“Ya dije que está enterrado en la hacienda que tenía Banzer en San Javier (Santa Cruz), pero no dije el lugar preciso. Yo lo sé porque fue el mismo Bánzer que me lo dijo. Me acuerdo cuando lo visité en su hacienda y me dijo: “A este carajo que quiso hacerme un juicio lo tengo enterrado aquí mismo, está bajo mis pies”. Y me apuntó el lugar”, relató en ese entonces.