Florida es el tercer estado más afectado por el COVID-19 en Estados Unidos en términos nominales por detrás de California y Texas
Estado de Florida comenzará a pedir pruebas de residencia a quienes vayan a ser vacunados contra el COVID-19. La medida fue oficializada a través de un aviso firmado por el secretario de Salud del estado sureño, Scott Rivkees, y “prioriza a los residentes” a la hora de ser inoculados.
Funcionario de la administración de Ron DeSantis indicó a su vez que la decisión busca “proteger la salud pública y la seguridad” dada la cantidad limitada de vacunas con las que cuenta el estado. Más allá del anuncio, las autoridades aclararon que quienes hayan recibido la primera dosis podrán completar el proceso de inmunización.
Estados Unidos ha aprobado los inoculantes desarrollados por Pfizer y BioNtech y Moderna. Ambos requieren la administración de dos dosis con aproximadamente tres semanas de diferencia. En el estado están habilitados para inmunizarse los trabajadores de la salud y las personas mayores a los 65 años.
El Nuevo Herald, reportó que publicó la decisión de las autoridades, la ley estatal otorga a las fuerzas de seguridad locales la autoridad para hacer cumplir la medida y otorga a los funcionarios de salud pública de cada condado la potestad para determinar las maneras de hacerlas cumplir.
Este anuncio llega poco más de una semana después de que la ciudad de Miami y el Jackson Health System -el sistema hospitalario más grande del estado- tomaran medidas de la misma naturaleza ante las críticas recibidas por reportes de turistas que llegaban al condado para vacunarse pese a no ser residentes. De hecho, en Colombia y México incluso se reportó la venta de tours armados por agencias con ese propósito.
Distintos medios han reportado casos en los que turistas sobrepasaron el filtro disuasorio -ingresar los últimos cuatro números del seguro social- con cifras falsas, logrando de igual manera que el sistema los aceptara.
Autoridades de las distintas jurisdicciones estatales habían manifestado desde un principio su descontento con la aplicación de las vacunas a no residentes. “Estoy en total desacuerdo que venga gente que no vive en nuestra ciudad y reciba su vacuna antes que los residentes de Miami”, dijo a los medios de comunicación el alcalde de esa ciudad en el sur de la Florida, Francis Suárez.
La ciudad aprobó la semana pasada y de manera unánime una resolución que da prioridad a sus residentes a la hora de ser inmunizados. Si bien las vacunas son distribuídas por el estado, Miami empezará a recibir en los próximos días mil vacunas al día para distribuir por cuenta propia en un programa coordinado por la ciudad. Y Suárez anunció la voluntad de que todas ellas sean destinadas a los residentes.
La alcalde del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava. En un comunicado, dijo que la decisión del estado refuerza “lo que ya ha sido nuestra prioridad: poner las inyecciones en los brazos de quienes viven en el condado lo más rápido posible”.
Florida es el tercer estado más afectado por el COVID-19 en Estados Unidos en términos nominales, solo por detrás de California y Texas. Ya cuenta con más de 1,6 millones de casos positivos -casi 13.000 en las últimas 24 horas- y 24,739 muertes, 161 de las cuales se reportaron en las últimas 24 horas.