Fue condecorado por el Estado de Bolivia con la Legión de Honor "Mariscal Andrés de Santa Cruz y Calahumana" en el Grado de "Gran Oficial"
Finalizada la misión en Bolivia, el encargado de Negocios de México en Bolivia, el embajador Edmundo Font, ofreció detalles no contados del asedio que sufrió la residencia de su país en La Paz de parte del gobierno de Jeanine Áñez desde noviembre de 2019.
“inaceptable y sin ningún antecedente en América Latina, ni siquiera en los momentos más complejos de regímenes extremos”, dice el funcionario en una entrevista que se publica este domingo en la edición impresa de La Razón. Se refiere al “resguardo” de la residencia La Rinconada, al sur de La Paz, cuando en su momento 30 personas, entre ellas el ahora presidente Luis Arce y exautoridades “de alto nivel”, se refugiaron en el edificio, perseguidos por el régimen transitorio y su entonces ministro de Gobierno, Arturo Murillo.
“Se ha vivido un asedio constante que no solamente nuestras autoridades conocían, lo vivió el barrio entero, la zona aledaña a La Rinconada, porque llegamos a tener más de 300 efectivos, con perros de caza, a las puertas prácticamente del jardín”, al amparo del Ministerio de Gobierno, decenas de los llamados “pititas”, el movimiento que arropó al gobierno de Áñez, se instalaron en el contorno de la residencia, incluso para vivir en carpas por varios meses.
Font relata que él en persona sufrió ese acoso. Nos tenían apuntados “con tres reflectores permanentemente encendidos en la noche, sobre mis habitaciones y las de los huéspedes; con gritos, insultos y gestos obscenos hechos por algunas de las personas que comandaban este acoso. No hay antecedentes”, dice.
siete excolaboradores del otrora presidente Evo Morales se asilaron en la residencia, a la espera de un salvoconducto que el gobierno de Áñez nunca les otorgó. Se trataba de los exministros Héctor Árce, Wilma Alanoca, Hugo Moldiz, Javier Zavaleta y Juan Ramón Quintana, además del exgobernador de Oruro Víctor Hugo Vásquez y el exdirector de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (Agetic) Nicolás Laguna.
“No es una cuestión que yo deba de precisar, pero la opinión pública, la comunidad internacional, las áreas jurídicas de las cancillerías conocen muy bien que no había ningún fundamento para que no nos concedieran los salvoconductos que insistimos de manera permanente, porque nos asistía el derecho internacional”, reclama Font.
El encargado de Negocios de México terminó su misión en Bolivia. El jueves fue distinguido con una las altas condecoraciones del Estado boliviano, la Legión de Honor “Mariscal Andrés de Santa Cruz y Calahumana” en el Grado de “Gran Oficial”.
Font acaba su misión en el país y fue actor clave en la defensa de los derechos de las exautoridades del gobierno de Evo Morales que estuvieron asiladas en la embajada mexicana de La Paz, bajo el asedio del gobierno transitorio de Jeanine Áñez, que terminó el 8 de noviembre.
La canciller interina, María Nela Prada, transmitió a Font el agradecimiento del presidente Luis Arce y del vicepresidente David Choquehuanca, por su “valioso aporte al fortalecimiento de las relaciones de amistad y colaboración en los ámbitos económico, político y de cooperación bilateral”.
El diplomático, quien también es pintor y poeta, agradeció el gesto. “Recibo esta condecoración con humildad y júbilo, pero a la vez con el orgullo de saber que su atribución le corresponde también a la tradición mexicana del asilo político”.
“Hoy podemos afirmar que pese a todas las vicisitudes, al hostigamiento permanente a mi persona y al personal de la embajada, así como a la residencia de México, prevaleció el diálogo, muy complejo, pero constante y salió avante el espíritu diplomático”, remarco Font en su discurso.
Luego de la crisis de noviembre de 2019, un incidente, al final mal entendido, a finales de año obligó al gobierno de Áñez expulsar a la embajadora mexicana en Bolivia, María Teresa Mercado, de quien Font adelantó que retornará a su misión precedente.
Fue “una de las misiones que ha sido uno de los privilegios más altos en mi carrera. Para mí, venir a servir a México en Bolivia ha sido muy importante, en momentos complejos en que se me ha confiado una responsabilidad como la que se vivía a principios de enero de 2020”, agradeció.