!!No a la violencia, venga de donde venga!! !No más muertes!". Francisco, originario de Argentina, señaló que había peruanos entre los fieles en la plaza el domingo
El papa Francisco hizo el domingo una súplica apasionada, una parte en español, para que se ponga fin a la creciente violencia en Perú por las demandas para que renuncie la presidenta.
Dirigiéndose a unas 15.000 personas reunidas en la Plaza de San Pedro para su aparición semanal en una ventana del Palacio Apostólico, Francisco dijo los invito a orar “para que cesen los actos de violencia en Perú”.
“La violencia extingue la esperanza de encontrar una solución justa a los problemas”, agregó el pontífice, quien animó a todas las partes involucradas “a tomar la vía del diálogo entre hermanos de una misma nación, con pleno respeto de los derechos humanos y del Estado de Derecho”.
Luego, Francisco pasó de hablar italiano a español para exclamar: “Me uno a los obispos peruanos para decir: ¡No a la violencia, venga de donde venga! ¡No más muertes!”. Francisco, originario de Argentina, señaló que había peruanos entre los fieles en la plaza el domingo.
Hasta hace poco, las crecientes protestas en Perú estaban concentradas en el sur del país. Comenzaron el mes pasado, después de que el entonces presidente Pedro Castillo, el primer líder con antecedentes rurales andinos, fue acusado y encarcelado por intentar disolver el Congreso.
Ahora los manifestantes exigen la renuncia de Dina Boluarte, la ex vicepresidenta que asumió el cargo el 7 de diciembre para reemplazar a Castillo. También quieren que se disuelva el Congreso y se celebren nuevas elecciones. Castillo se encuentra actualmente detenido por cargos de rebelión. Al menos 55 personas han muerto debido a los disturbios.
El templo birmano citado por el Papa durante su alocución, situado en la aldea de Chan Thar, fue construido en 1894 y en su interior fue bautizado quien sería el primer obispo del país. Precisamente, los prelados de Myanmar lanzaron el viernes un llamamiento a la paz y la reconciliación, denunciando los ataques y las crecientes amenazas a la vida humana. «Preguntamos con dolor y angustia por qué se atacan y destruyen estos lugares sagrados», clamaron.
Además, el Pontífice ha instado a rezar para que «puedan finalizar los actos de violencia en Perú» y ha asegurado que estos actos «apagan la esperanza de las soluciones a los problemas».
Esta llamada del Papa se suma a la de la Conferencia Episcopal de Perú, que manifestó su dolor por la «dura confrontación política y social» en el país. «¡Queremos paz!», señaló en un comunicado.
«En Perú, todos somos necesarios para construir la patria. ¡Basta de promover polarizaciones! ¡Dejemos de lastimarnos unos a otros! ¡No más enfrentamientos! Esta situación exige diálogo, escucha y decisión», señalaron los obispos en su mensaje, leído por el presidente del episcopado, Miguel Cabrejos.
Durante la catequesis, el Papa ha instado a encontrar «la valentía de ponerse en marcha», porque si no, «se corre el riesgo de quedarse como espectador de la propia existencia y vivir la fe a medias». Francisco ha instado a «vivir, por ejemplo, el arduo pero gratificante riesgo del servicio, o dedicar tiempo a la oración para crecer en la amistad con el Señor».
«Hay que decidir: ¿dejo atrás algunas certezas y me embarco en una nueva aventura o me quedo donde estoy? Es un momento decisivo para todo cristiano, porque se juega el sentido de todo lo demás», ha subrayado.