La proyección para fin de año representaría un incremento de casi 19% respecto a 2021, cuando los ingresos consolidados llegaron a $us 4.965,5 millones, la cifra para este año es alentadora y demuestra el esfuerzo del Gobierno nacional
Bolivia proyecta cerrar el año con aproximadamente $us 5.900 millones de ingresos por ventas consolidadas de hidrocarburos en los mercados externo e interno. El monto supera los niveles generados en los últimos siete años.
“Hemos conseguido mejores precios por nuestro gas para el mercado externo y generamos mayores ingresos por la venta de gas licuado de petróleo (GLP) y urea. Este año elevamos la producción de nuestra planta en el complejo de Bulo Bulo al 100%, un hito histórico”, expresó el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina.
La proyección incluye la exportación de gas natural, GLP, urea e isopentanos, además de las ventas en el mercado interno de estos productos y combustibles.
Estas medidas posibilitaron que Bolivia espere un superávit en el sector hidrocarburífero para este año, pese al incremento del precio internacional del crudo, lo que permitirá mayor distribución de sus recursos para bonos sociales, para las regiones y universidades a través de la renta petrolera.
“Durante el golpe de Estado se ordenó paralizar la Planta de Amoniaco y Urea y se firmó un acuerdo en desmedro del país, se hizo un daño económico al Estado muy fuerte. Pese a ello, Bolivia retomó la democracia y, a la cabeza de nuestro presidente Luis Arce, se aplicaron políticas acertadas que hoy dan sus frutos, ya que estamos hablando de que el sector hidrocarburífero tendrá ingresos más altos que en los últimos siete años”, manifestó la autoridad, según un reporte institucional.
La proyección para fin de año representaría un incremento de casi 19% respecto a 2021, cuando los ingresos consolidados llegaron a $us 4.965,5 millones. La cifra para este año es alentadora y demuestra el esfuerzo del Gobierno nacional para impulsar el sector hidrocarburífero.
Guerra Rusia-Ucrania
Este año también se incrementó el valor de las importaciones de líquidos, que supera los $us 3.000 millones. Esta cifra no se debe a un crecimiento desmesurado de la demanda interna, sino a la subida del precio internacional del barril de petróleo, resultado de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Este conflicto desencadenó en la imposición de sanciones contra Rusia, lo que disminuyó la oferta del crudo a nivel mundial. Pese a que Bolivia no se caracteriza por ser un país productor de petróleo sino de gas, fue uno de los pocos países en el mundo que mantuvo estable los precios de los combustibles, una medida que repercute en la estabilidad económica y menor inflación.
Los $us 5.900 millones que se esperan para este año llegan gracias a que el Estado Plurinacional supo diversificar sus ingresos, a través de la industrialización del gas y la renegociación de contratos de exportación de ese recurso energético.