Representantes de todo el mundo discuten desde este lunes en Lima los nuevos compromisos contra el calentamiento de la Tierra y el cambio climático, negociaciones que deberÃan concluir con un acuerdo global firmado por todos los paÃses en 2015 en Paris.
El objetivo de esta Conferencia de Cambio Climático de la ONU (COP20) será generar el borrador para un acuerdo final el año próximo que debería modificar el sistema actual de producción, causante de un incremento de 2,2% anual en gases de efecto invernadero.
A este ritmo la temperatura promedio del planeta subiría unos 4 grados centígrados hacia el final de siglo respecto a la de la era preindustrial, con el consecuente retroceso de reservas de agua por derretimiento de glaciares, sequías y pérdida de tierras cultivables, entre otros efectos que impactan especialmente en poblaciones vulnerables.
La comunidad científica advierte que los esfuerzos actuales son insuficientes para limitar a 2 grados centígrados el aumento de la temperatura global, el tope que ha fijado la ONU para evitar una futura desregulación catastrófica del clima. "En el debate climático podemos encontrar soluciones", señaló el domingo el ministro de ambiente peruano y presidente de la COP20, Manuel Pulgar Vidal. Cumbre de los Pueblos y marcha Lima presentará desde este lunes un férreo dispositivo de seguridad con 40.000 efectivos policiales para proteger a unos 12.000 representantes de 194 países, congregados hasta el 12 de diciembre.
En forma paralela a la COP20 se realizará una Cumbre de los Pueblos, donde la sociedad civil estará representada y a la que asistirá el presidente de Boliva, Evo Morales, y líderes ambientalistas y de comunidades indígenas de la región y del mundo que presentarán sus demandas a los gobiernos. Una gran marcha por la defensa del ambiente y en rechazo al impacto que los actuales modelos de producción generan en el clima se realizará el 10 de diciembre en la capital peruana y en otras ciudades del mundo.
Con moderado optimismo La COP20 arranca con un moderado optimismo por el reciente acuerdo entre China y Estados Unidos y los compromisos de Europa para 2030, los tres principales actores en los actuales desafíos del medioambiente. China, el mayor emisor mundial de gases de efecto invernadero, se ha comprometido a reducir sus emisiones a partir de 2030.
Estados Unidos, por su lado, se comprometió a una reducción de emisiones entre un 26 y un 28% en 2025, respecto a los niveles de 2005. "La comunidad internacional debe construir la alianza más grande de la historia, que es la lucha contra el calentamiento global", dijo el presidente peruano, Ollanta Humala, al inaugurar la sede donde se negociará sobre el futuro del planeta, que funcionará dentro del cuartel general del ejército peruano.
Según un reporte de este año del Grupo intergubernamental de expertos sobre la evolución del clima (mejor conocido como IPCC, siglas en inglés), el desafío global para hacer frente al cambio climático es alcanzable "técnica y financieramente". Para ello deben adoptarse nuevos mecanismos de generación de energía y reformas que generan resistencias de los países productores y de las poderosas multinacionales del petróleo.
Para un futuro reemplazo paulatino del petróleo, carbón y gas deberían hacerse inversiones masivas en energías limpias, no productoras de CO2, indican los expertos. Segun el IPCC esa inversión debería casi cuadruplicarse hacia el 2050. Los países en desarrollo consideran que la contribución de los países industrializados debe incluir compromisos financieros para apoyar las acciones de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la adaptación a los riesgos que ya implica el cambio climático.
"Son necesarios compromisos claros, precisos y previsibles en materia de financiamiento climático, y que se tengan en cuenta las necesidades de los países en desarrollo", destacó Romain Benicchio, de la ONG Oxfam, al considerar de qué manera puede avanzarse hacia un acuerdo final en la COP21, en diciembre de 2015.
Los negociadores de Lima tendrán dos semanas para definir las grandes líneas de acuerdo y precisar de qué manera los países ricos deberán cumplir a 2020 con promesas de ayuda por 100.000 millones de dólares para que los países en desarrollo hagan frente a los efectos del cambio climático.