El carbonato de litio es una materia prima para la fabricación de baterÃas y ante la creciente producción de vehÃculos eléctricos, la demanda de éste y otros derivados de litio se disparó en el mercado internacional
198 años de independencia de Bolivia, el presidente Luis Arce convocó este domingo a sumar esfuerzos para enfrentar “con un sentido de Patria” la nueva arremetida externa sobre los recursos naturales, principalmente el litio.
“Bolivia hoy se ve nuevamente amenazada por la ambición extranjera sobre nuestras riquezas naturales. Divididos y confrontados entre bolivianos, podríamos volver a ser presa fácil de intereses ajenos a los de la Patria”, advirtió durante su mensaje al país desde la Casa de la Libertad.
“Ser conscientes de esta posibilidad, nos debe llevar a sumar esfuerzos para enfrentar futuras contingencias con un sentido de Patria, con priorizar el bien común y no intereses personales”, enfatizó.
“Hoy, el proyecto de lograr la emancipación se ve nuevamente amenazado. Son las mismas amenazas de dentro y fuera de nuestra Patria, que lograron que de 2.373.256 kilómetros cuadrados con los que nacimos a la vida republicana, hoy tengamos solo 1.098.581 kilómetros cuadrados de territorio”, alertó.
Bolivia posee 23 millones de toneladas (t) de litio en los salares de Uyuni (21 millones de t), Coipasa (1,8 millones de t) y Pastos Grandes (200.000 t). Se trata de las reservas probadas más grandes a nivel planetario del litio, un recurso indispensable para el cambio de matriz energética en todo el planeta, destacó Arce.
La estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) es la encargada de explotar y transformar el litio boliviano y en ese propósito firmó convenios con dos empresas chinas y una rusa, que comprometieron $us 2.800 millones de inversión, bajo un modelo de negocios soberano.
En enero, la empresa estatal firmó un acuerdo con el consorcio chino CBC (Catl Brunp & Cmoc), para emplazar dos complejos industriales con tecnología EDL. Garantizó $us 1.400 millones para la edificación de dos factorías en los salares de Uyuni y Coipasa, con una capacidad de producción de hasta 50.000 toneladas (25.000 t cada una) de carbonato de litio al año.
En junio fueron concretados los acuerdos con la Corporación Citic Guoan (perteneciente a Citic Group de China) y la empresa Uranium One Group (perteneciente a la Corporación Rosatom de Rusia), que comprometieron $us 1.400 millones para la construcción de dos plantas con tecnología de Extracción Directa de Litio (EDL) en Pastos Grandes y Uyuni.
En paralelo, la estatal edificó la Planta Industrial de Carbonato de Litio que será inaugurada este mes. El carbonato de litio es una materia prima para la fabricación de baterías y ante la creciente producción de vehículos eléctricos, la demanda de éste y otros derivados de litio se disparó en el mercado internacional.
Pero además del litio, Bolivia posee importantes concentraciones de minerales y metales estratégicos, así como de tierras raras, que son, en la actualidad, apetecidos para mantener la hegemonía de las grandes potencias de occidente.
Arce advirtió que “puede suceder, como ocurrió en el pasado con la plata, la goma, el estaño, que se arremeta contra la posibilidad histórica de todos los bolivianos, de ser una sociedad sin pobres, con un nivel de vida digno y con posibilidad de tener el desarrollo tecnológico que nunca antes tuvimos”.
De hecho, el 8 de marzo pasado, la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, ante una comisión de la Cámara de Representantes, expresó su preocupación por “la actividad maligna de nuestros adversarios”, en una clara alusión a China, nación a la que acusó de aprovecharse de los recursos naturales que hay en Bolivia, Chile y Argentina, “aparentando que está invirtiendo cuando, en realidad, está extrayendo”.
Luego de indicar de manera errada que Bolivia, Chile y Argentina concentran el 60% del litio del mundo, cuando en realidad es el 68% según el informe Litio en Sudamérica difundido en 2022 por el Consejo Latinoamericano en Ciencias Sociales (Clacso) y el Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe (IEALC), el legislador Carlos Giménez preguntó cuánto de ese porcentaje “es controlado por China”. “No tengo la respuesta a esa pregunta, pero podría tratar de pedírselo a uno de nuestros socios internacionales”, respondió.
“Creo que durante demasiado tiempo hemos ignorado nuestro propio patio trasero y hemos permitido que Rusia, China e Irán, adversarios de Estados Unidos, hagan grandes incursiones en nuestra región”, advirtió Giménez, quien incluso dijo que “yo creo que China es nuestra mayor amenaza” y señaló que “solo va a faltar lo militar”.
Luego de recodar la nacionalización de los hidrocarburos, de 2006, como una conquista de pueblo, Arce señaló que la vigencia de una política exterior independiente y la vigencia del Modelo Económico Social Comunitario Productivo, que garantiza crecimiento, estabilidad y justicia social, “no son del agrado de los que quieren democracia y libertad solo para ellos”.