Según el alegato judicial, el multimillonario nunca se retractó ni borró sus declaraciones
Elon Musk enfrenta una demanda de un millón de dólares por difamación, luego de hacerse eco de una teoría conspirativa de extrema derecha que provocó una ola de acoso en contra de un joven de 22 años, recién graduado de la Universidad de California.
El demandante, Benjamin Brody, fue acusado falsamente de haberse involucrado en una pelea callejera entre grupos de extrema derecha y neonazis, ocurrida en junio en Oregón (EE.UU.).
En aquel momento, se volvió viral un vídeo en que se le quitó la máscara del rostro a un miembro del grupo neonazi Rose City. Instantes después, internautas de extrema derecha comenzaron a propagar una teoría conspirativa para sostener que la persona descubierta era en realidad un agente del Gobierno estadounidense, partícipe de una operación de falsa bandera para desprestigiar al movimiento.
Inmediatamente, un bloguero anónimo identificó falsamente a Brody como el supuesto infiltrado, para lo cual compartió una foto tomada de las redes sociales de la fraternidad universitaria judía del joven, donde se le describe como un estudiante de ciencias políticas que planea seguir una carrera en el Gobierno.
Brody denunció la situación el 26 de junio, en un video publicado en las redes sociales, y proporcionó recibos que, según alegó, demuestran que estaba en California en el momento de la pelea.
Un día después, en respuesta a una de las publicaciones que acusaban al joven, Musk dijo en su cuenta de X a sus millones de seguidores: "Parece que uno es un estudiante universitario (que quiere unirse el Gobierno) y otro tal vez sea miembro de Antifa, pero, no obstante, probablemente se trate de una situación de falsa bandera".
Demanda, presentada en un tribunal estatal de Texas y cuyo texto obtuvo recientemente HuffPost, calificó las acciones de Musk como "conducta sorprendentemente imprudente" y solicitó más de un millón de dólares por daños y perjuicios y un juicio con jurado.
Brody denunció haber experimentado un acoso personal severo y daños permanentes a su reputación. Asimismo, se da cuenta de que él y su familia tuvieron que abandonar su hogar, luego de que se filtraran en internet su dirección y teléfono.
Según el alegato judicial, el multimillonario nunca se retractó ni borró sus declaraciones; antes bien, se negó a disculparse luego de que las acusaciones de difamación fueran presentadas a sus abogados en agosto.