"A esta señorita vas a querer siempre. Solamente van a caminar junto para siempre", pontificó el amauta. El presidente Morales y los laureados Premio Nobel de la Paz, el argentino Adolfo Pérez Esquivel y la guatemalteca Rigoberta Menchú siguieron en terreno la mística ceremonia.
Fernández y García Linera llegaron por separado al emplazamiento ceremonial, el templete semisubterráneo de Kalasasaya, donde se celebró la boda, en las antípodas de la ceremonia occidental, afincada en los bolivianos que habitan las áreas urbanas y que profesan religiones traídas por catequizadores europeos. Ella flanqueada por sus padres y él en compañía de su hermano.
"Gracias a Tiawanaku por hacer casar a nuestro hermano Vicepresidente con Claudia (..) que pronto tengan un bebé", mantuvo el mandatario, vestido a su usanza particular.
Tras la liturgia de los amautas que limpiaron -con saumerios y advocaciones a los achachilas que moran las montañas andinas- el pasado sentimental de ambos, la flamante pareja siguió el ritual de los 7 emplazamientos rituales, tras sellar su compromiso con un beso en los labios.
En medio de la atención de miles en las ruinas de Tiawanaku y de muchísimos más por la televisión, la pareja subió a la Pirámide de Akapana, y caminó por otros sitios hasta montarse en una balsa de Totora y, en compañía de un balsero munido de remos, discurrió por la Laguna Azul, bañada por aguas del legendario Lago Titicaca.
Cerca de Plaza de Armas de la ciudad de Tiawanacu, a uno de cuyos costados se alza la católica Iglesia de San Pedro, donde se tendió la sede de la fiesta y se sirvió comida a los invitados, al menos 4.000, el presidente Morales obsequió a la pareja una suerte de mochila-dispensario o suspensor de guagua, popularmente conocida 'cargador de bebé'.
"He entendido el mensaje del Presidente", concedió García Linera, luego que un amauta vaticinara para diciembre que viene la concepción del primogénito de la pareja y un mes después de que Fernández se dijera dispuesta a engendrar dos hijos con García Linera, "una mujercita, primero, y, más tarde, un varón".
Los miles de invitados, entre otros embajadores, legisladores, autoridades militares, indígeno originarias administrativas, departamentales y locales, representantes de medios de comunicación y amistades de la pareja, ovacionaron a Fernández y García Linera apenas llegaron a la sede de la fiesta, donde menudearon los saludos.
Durante la caminata los esposos lucieron sendos dispensarios, un aguayo, tipo bolsón colgado a la espalda, él, y ella una chuspa, símbolo de la abundancia.
La prensa del corazón destacó en detalle el recorrido de la pareja y anticipó el éxito que coronará, asimismo, la ceremonia católica que tendrá lugar el domingo en la basílica paceña de San Francisco, como también un ágape que ofrecerán los esposos García Linera-Fernández a su sociedad.
La diseñadora boliviana y empresaria de concursos de belleza femenina, Gloria Limpias, encargada de los arreglos del matrimonio religioso del domingo, anunció una ceremonia "tanto o más vistosa" que la que se vivió el sábado en Tiawanacu.
"Va a quedar más bella", dijo al referirse a Fernández y sobre la boda del domingo pronunció un deseo ferviente: "que sea señorial, principesca".
Luego de la ceremonia, fueron conducidos hasta la Puerta del Sol y a otros puntos del centro arqueológico. La pareja, como es tradición, ando en todo momento junta, acompañada de sus padrinos y los sacerdotes. La viceministra Claudia Espinoza y su esposo apadrinaron al Vicepresidente, mientras que a la novia, sus padres, Oscar Fernández y Gloria de Fernández.
Diferentes medios de comunicación, entre ellas la red Uno –donde trabaja la periodista- transmitieron en directo los pormenores de la boda. Posteriormente, los recién casados se trasladaron al centro del pueblo, donde empezó la fiesta que fue amenizada por grupos autóctonos de la zona, además de Kollamarka, Arawi, el grupo tropical Gran Matador y la banda Imperial de Oruro.
El menú tenía como plato principal un ají de fideo, preparado para al menos 4.000 personas. Imágenes de televisión mostraron a decenas de personas en largas filas a la espera de recibir el ají de fideo, servido en platos de barro y acompañado por una marraqueta.
Gloria Limpias, de Promociones Gloria, la periodista Milena Fernández, los presentadores de la red Uno, entre otros invitados presenciaron el acto religioso-andino en un día pleno de sol. Los recién casados recibieron felicitaciones de sus invitados y de los habitantes de Tiwanaku, que vivieron un día poco habitual.
Los regalos no estuvieron ausentes en la fiesta. El Presidente regaló un cargador para bebé, mientras que otras personas obsequiaron libros, esculturas típicas del oriente boliviano y otros que fueron entregados envueltos en papel de regalo. Cerveza fue distribuida en al menos seis puntos de forma gratuita, junto con otras bebidas alcohólicas.