Esta pensión también contempla polÃticas de protección para las mujeres aseguradas que, asà como en el caso de la pensión de vejez, podrán reducir su edad de jubilación o incrementar la cantidad de aportes
Según la guía, el registro en el sistema de pensiones es muy sencillo. Para acceder a él como trabajador independiente se debe realizar un proceso de afiliación en la Gestora Pública de Seguridad Social de Largo Plazo.
Los trabajadores independientes realizan contribuciones al sistema de pensiones de manera voluntaria. Si bien existe un monto mínimo para aportar, es importante recalcar que mientras mayor sea el monto que el asegurado contribuya, mayor será la jubilación que reciba. De hecho, mientras mayores sean los primeros aportes que se realicen, mayor será la rentabilidad, pues el dinero estará generando intereses por mayor tiempo.
La cantidad de aportes realizados es importante, pues dependiendo de cuántos sean, esto le permitirá al beneficiario ingresar a la pensión solidaria o a la pensión de vejez. En caso de no contar con aportes suficientes, el asegurado no podrá ingresar a ninguna de las dos. La cantidad mínima de aportes es 120 o, en cantidad de años, 10.
El ingreso cotizable es el ingreso mensual que un trabajador independiente declara para el pago de sus contribuciones. Es decir, es el monto que se declara ante la Gestora, que debería corresponder a un ingreso estimado percibido cada mes. Este ingreso no puede ser menor al salario mínimo vigente ni superior a 60 veces este salario mínimo.
A partir del ingreso cotizable se calcula el porcentaje de aportes. Si el ingreso cotizable es igual o mayor a 13.000 bolivianos, el contribuyente debe pagar un monto adicional que se llama aporte nacional solidario. Los porcentajes de esta contribución solidaria varían del 1% al 10%, dependiendo del rango del ingreso cotizable.
El acceso a la pensión de vejez estará sujeta a las siguientes especificaciones:
La pensión solidaria de vejez beneficiará a aquellos asegurados que, con sus aportes en su cuenta de ahorro personal de jubilación, no alcancen al rango de aportes necesarios de la pensión de vejez. Esta es una pensión diferente a la mencionada en el anterior acápite, y busca mejorar la pensión de los jubilados.
Son dos los requisitos de acceso para la pensión solidaria de vejez: Tener al menos 58 años de edad. Contar con, al menos, 120 aportes. Esta pensión también contempla políticas de protección para las mujeres aseguradas que, así como en el caso de la pensión de vejez, podrán reducir su edad de jubilación o incrementar la cantidad de aportes.
El cálculo del monto de la pensión solidaria de vejez tiene dos componentes. El primero es el ahorro de la cuenta personal de jubilación, que incluye los rendimientos generados, gastos funerarios, la estructura familiar y la probabilidad del tiempo de vida del asegurado (tal como es el cálculo de la pensión de vejez en la fracción del saldo acumulado).
El segundo componente es la fracción solidaria. Este monto busca cubrir la diferencia que exista entre el monto de pensión y los rangos establecidos en función de la cantidad de aportes.
Estos rangos son valores referenciales que se establecen entre límites mínimos y máximos, dependiendo de la cantidad de aportes. Por ejemplo, si se hizo aportes por 10 años, lo que equivale a 120 aportes (12 por año), y si la pensión (que se calcula con tus ahorros en cuenta personal de jubilación y con sus rendimientos) no alcanza los 476 bolivianos, la fracción solidaria cubrirá esta diferencia. Lo mismo se aplicará para los demás rangos de aportes.
Ahora bien, cuando la cantidad de aportes supera los 16 años, se aplica un porcentaje referencial al cálculo de la fracción solidaria.
Las pensiones son un ahorro de largo plazo que se utiliza luego, durante la vejez. Son una forma de protección segura que mantendrá nuestro nivel de bienestar cuando se deje de trabajar, y, además, son una forma de cuidarse a nosotros mismos ante la incertidumbre de no poder contar con otros ingresos.
Aunque guardar dinero en la caja de la jubilación podría parecer secundario, en especial cuando se tienen muchos gastos urgentes en el día a día, no es recomendable dejarlo todo para el final. Tomar decisiones hoy podrá ayudar a mejorar la manera en que viviremos en el futuro.