Resaltó que América del Sur es una región como mucho potencial, y la complementariedad de las economías y recursos brinda la oportunidad de ingresar a la transición energética, tecnológica, digital
Países de América del Sur necesitan trabajar juntos para promover intereses comunes y fortalecer la cooperación regional ante futuras emergencias sanitarias y crisis globales, planteó este martes el presidente Luis Arce en el Encuentro de presidentes de América del Sur que se desarrolla en el Palacio de Itamaraty, en Brasilia.
El jefe de Estado señaló que, frente a una creciente competencia y rivalidad entre las potencias globales, es fundamental que los países de América del Sur trabajen juntos para promover sus intereses.
Dijo que la pandemia de la Covid-19 recordó la importancia de la colaboración en la salud pública, la investigación científica y el intercambio de recursos.
“Esto significa que, ya sea en este ámbito de la salud, la economía, el medio ambiente o la seguridad, podemos fortalecer nuestras capacidades de respuesta mediante la cooperación regional, ante futuras emergencias sanitarias y otras crisis globales, de acuerdo a nuestras necesidades y realidades”, remarcó el presidente.
Resaltó que América del Sur es una región como mucho potencial, y la complementariedad de las economías y recursos brinda la oportunidad de ingresar a la transición energética, tecnológica, digital y fomentar el comercio intrarregional.
A la cumbre sudamericana, que se celebra en el Palacio de Itamaraty, sede de la Cancillería brasileña, asistieron, además de Lula y Arce, los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; Chile, Gabriel Boric; Colombia, Gustavo Petro; Ecuador, Guillermo Lasso; Guyana, Irfaan Ali; Paraguay, Mario Abdo Benítez; Surinam, Chan Santokhi; Uruguay, Luis Lacalle Pou; y Venezuela, Nicolás Maduro.
---
En el encuentro presidencial participan, además, de Brasil y Bolivia, los jefes de Estado de Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Surinam, Uruguay y Venezuela. La única ausente fue Dina Boluarte de Perú.
Presidente Luis Arce planteó trabajar para declarar al mundo como “zona de paz” y lograr el alto al fuego entre Rusia y Ucrania en el Encuentro de presidentes de América del Sur que se desarrolla este martes en el Palacio de Itamaraty, en Brasilia, capital brasileña.
“Para alcanzar ese objetivo es de vital importancia, entre varias iniciativas, que las Naciones Unidas trabajen sin descanso para lograr un alto al fuego entre Rusia y Ucrania, para que los derechos históricos del Estado y pueblo palestinos sean respetados, y que la OTAN deje de pensar en sus planes expansionistas. La América del Sur también puede aportar sus esfuerzos en esa dirección”, dijo el jefe de Estado durante su intervención en el encuentro presidencial de América del Sur.
Mandatario boliviano destacó que los pueblos latinoamericanos hoy no sólo deben afrontar desigualdades económicas y sociales derivadas de un orden mundial “injusto”, sino también el impacto de la guerra de Rusia y Ucrania.
“También deben enfrentarse a los efectos de aquella crisis que deviene del conflicto militar en Europa del Este, cuyo origen es la innecesaria intención de la OTAN de ampliar su radio de acción, con sus fuertes consecuencias en materias alimentaria, energética Y de fertilizantes”, dijo. El jefe de Estado se refirió también a la configuración de una emergencia multipolar ante las crisis globales.
Explicó que la nueva realidad geopolítica y reconfiguración económica se caracteriza por el surgimiento de nuevos actores no sólo políticos sino también económicos, lo que nos puede llevar hacia un mundo multipolar si es que antes el riesgo de un desenlace nuclear no se produce.
“Ello se traduce en nuevas e imaginativas formas de relacionamiento que buscan romper las barreras entre nuestros pueblos y gobiernos y que demandan de nuestra región una activa como unificada participación”. Resaltó que los principios del multilateralismo y la cooperación tienen que primar sobre las decisiones unilaterales.
Arce apuntó que se debe recuperar la legitimidad y la eficacia de las instituciones internacionales, “muchas de ellas ahora cuestionadas, a partir de la vigencia plena de los principios de igualdad jurídica y política de los Estados”.