papa Francisco llegó este martes a Estados Unidos después de cuatro días en Cuba, la segunda etapa de un viaje de gran simbolismo por el papel que ha desempeñado el pontífice en la reconciliación entre los dos países.
El Airbus A330-200 de la compañía Alitalia en el que viaja el Papa aterrizó a las 15:50 hora local en la base aérea de Andrews (Maryland), donde fue recibido el presidente de EE.UU., Barack Obama, y su esposa, Michelle, acompañados de sus hijas, Sasha y Malia.
Católicos en Estados Unidos representan entre un 20 y 25% de la población, con un aumento los últimos años provocado por la migración, según un censo de la universidad Georgetown de Washington. Visita a Cuba El papa Francisco culminó este martes una visita de 72 horas a Cuba, donde ofició una última misa antes de dirigirse a Estados Unidos, en pleno período de acercamiento entre Washington y La Habana gracias a su propio papel como facilitador.
En Santiago de Cuba, gran puerto al este de la isla que vio nacer la revolución cubana y no lejos de la controvertida base estadounidense de Guantánamo, Francisco se despidió de las autoridades y el pueblo cubanos, que lo acogieron los últimos cuatro días. El papa oficiaó la última misa de su viaje en el Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, venerada patrona nacional, y donde en la noche del lunes rezó por el pueblo cubano.
A sus 78 años, el papa argentino resistió en Cuba un intenso calor y un programa cargado de actividades, pleno de contacto directo con las masas. Después de la misa en el santuario tiene previsto reunirse con familias cubanas en la catedral de Santiago, antes de bendecir la ciudad y partir rumbo a Estados Unidos desde el aeropuerto Antonio Maceo.
Elogios y críticas Francisco, que facilitó el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos tras más de medio siglo de enemistad y que derivó en el restablecimiento de relaciones diplomáticas, llegará a Washington a bordo del avión de Alitalia que lo llevó de Roma a Cuba. Barack Obama, primer presidente negro de Estados Unidos y de confesión protestante, profesa gran simpatía por Francisco, a quien a menudo llama "papa de los pobres".
Los medios estadounidenses, con fuerte presencia en el avión papal, le han otorgado mucho espacio a la cobertura del viaje de este papa apoyado por aproximadamente el 66% de los estadounidenses. Pero sus llamados a favor de los pobres, en contra del capitalismo salvaje y para combatir el cambio climático, también le han valido fuertes críticas entre los conservadores, los medios económicos liberales, desde Wall Street hasta el ultraconservador Tea Party, y en filas republicanas.
Fuerte seguridad Los temas que se espera aborde el primer papa latinoamericano en Estados Unidos, especialmente el jueves ante el Congreso y el viernes en las Naciones Unidas, son altamente explosivos. El papa jesuita, conocido por su habilidad y su determinación, preparó cuidadosamente los discursos que pronunciará en Washington y Nueva York. Entre los temas a tratar, mencionados en sus escritos, figuran la protección y recepción de los inmigrantes; la defensa del medio ambiente, con un firme alegato a favor de una revolución energética radical y una desaceleración económica.
Su visita tendrá lugar bajo fuertes medidas de seguridad, con la policía estadounidense preocupada ante las dificultades de proteger a un papa que suele desplazarse en vehículos abiertos para estar en contacto con los fieles y cuya visita coincide con la Asamblea General de la ONU en Nueva York, que recibirá a 170 líderes mundiales. Su agenda prevé encuentros con los más desfavorecidos de la sociedad estadounidense, entre los cuales inmigrantes, sin techo o presos.
También presidirá una ceremonia con la participación de líderes de varias religiones en el sitio del World Trade Center contra el terrorismo y a favor del respeto entre los distinto credos. En Filadelfia presidirá el sábado y domingo el fin de un encuentro mundial de familias católicas, donde se espera la asistencia de un millón y medio de fieles. Cuando se pusieron en línea los 10.000 tickets para asistir a la misa, desaparecieron en 30 segundos.