Todos Santos es la oportunidad de llamar a las lluvias y a los espÃritus con el sonido "q?iwa" o agudo
Fiestas de Todos Santos, se celebra el 1 y 2 de noviembre, los bolivianos se preparan para honrar a las almas o ajayus de sus seres queridos fallecidos, siguiendo las tradiciones.
En esta temporada de inicio de la época de lluvias o Jallu Pacha, suenan los pinquillos para llamar a las almas.
Para preservar y revalorizar las tradiciones y costumbres, en diferentes regiones del país se instalan las Ferias de Todos Santos con una oferta de masitas típicas de la temporada y todos los accesorios necesarios para armar la mesa o mast´aku de bienvenida a las almas de los difuntos.
Las ferias, además, de promover y fortalecer la tradición, aportan a la reactivación económica.
En la ciudad de La Paz, 17 emprendedoras se instalaron en el atrio de la iglesia La Merced, con una gran variedad de la denominada “fruta seca”.
“Tenemos bizcochuelos, maicillos, suspiros y una variedad de masitas, dulces y también las pasancallas (maíz insuflado), la chicha morada y todos los elementos listos para que armen sus mesas”, señaló María Eugenia Fernández, representante de los reposteros.
Fernández ofrece también tanta wawas y como novedad, los panes con la forma de perritos para recordar a las mascotas.
En Potosí también se instaló la feria de masitas que recupera la repostería tradicional de antaño, en la calle Regimiento Chichas.
Mientras, en la ciudad de Sucre, Chuquisaca, se desarrollará la Feria del Mondongo y de las Masitas desde el martes 31 de octubre, al lado del Mercado de las Flores del Cementerio General.
Estas tradicionales ferias se instalan en todos los municipios del país, que conviven con otros eventos comerciales donde se ofrecen dulces para celebrar Halloween.
En los cementerios se ultiman los detalles de arreglos y mejoras de la infraestructura, y organizan la logística para los días 1 y 2 de noviembre ante la expectativa de la gran cantidad de personas que visitan a sus muertos.
Todos Santos es tiempo de Jallu Pacha, viceministro de Patrimonio e Industrias Culturales, Juan Carlos Cordero, destacó que Todos Santos en la mirada de los pueblos indígena originario campesinos marca el ingreso al tiempo de Jallu Pacha (lluvias) y el uso de instrumentos musicales de sonido agudo para convocar a las almas que “traerán las lluvias”.
La tradición de los pueblos andinos señala que cuando una persona muere va a un espacio de Jallu Pachu “donde hay huayños, humedad, vegetación” y Todos Santos es la oportunidad de llamar a las lluvias y a los espíritus con el sonido “q’iwa” o agudo, explicó la autoridad de Estado.
El viceministro recordó que en las crónicas de Felipe Guamán Poma de Ayala se relata que, para convocar a las lluvias, las llamas pasaban hambre para que lloren, los niños y mujeres subían a los cerros para llamar a la lluvia, y los hombres, que tienen la voz gruesa, tocaban los pinquillos en la aldea.
“Los investigadores dicen que el sonido agudo llama a los espíritus, las almas de quienes han partido vuelven a la tierra a convivir con nosotros, por eso hoy los recibimos con tanta wawas, con su comida preferida, con su bebida preferida y como ellos vienen del Jallu Pacha, traen la energía del más allá”, sostuvo.
En los pueblos de la región andina e incluso en algunas zonas periféricas urbanas, la población toca los pinquillos, flauta dulce e instrumentos de sonido agudo o “q’iwa”.
Señaló que, en el departamento de Tarija, en esta temporada se toca la camacheña, un flautín agudo, sin embargo, no se tocan las tarqas, ni las zampoñas hasta diciembre para generar un equilibrio, por si las lluvias son demasiado intensas.
“Por eso recibimos con tanto cariño a nuestros abuelos, a nuestras abuelas porque también los muertos traen la vida y los rituales también nos acercan más a la naturaleza, la Madre Tierra a Vivir en armonía”.
Cordero relievó que, con todas sus tradiciones, Todos Santos invita a recuperar la memoria y celebrar la diversidad cultural del país.