Unas 42.000 personas en los alrededores de la presa -25.000 del lado controlado por Rusia y 17.000 de la parte que conserva Kyiv- están en peligro por las inundaciones
La destrucción de la represa en Nova Kakhovka puede tener graves consecuencias en varias direcciones. La más inmediata es que las comunidades río abajo ahora se enfrentan al riesgo de inundaciones masivas.
Las autoridades de Jersón, a menos de 80 kilómetros río abajo, han instado a los residentes de las partes bajas de la ciudad a evacuar tan rápido como sea posible y buscar refugios en terrenos altos. La represa sostiene las aguas del río Dniéper, formando un vasto embalse que provee agua a varias comunidades.
La represa fue construida durante la época soviética y es una de las seis que se encuentran a lo largo del río Dniéper, el cual se extiende desde el norte del país hasta el mar en el sur. El embalse es enorme. Los locales lo llaman "el mar de Kajovka" porque en algunas zonas no puede verse el otro margen.
La central hidroeléctrica está en la ciudad de Nova Kajovka, en la región ucraniana de Jersón, actualmente bajo ocupación rusa, y suministra agua de refrigeración a la central nuclear de Zaporiyia, que se encuentra río arriba.
El incidente ha provocado graves inundaciones en la zona, lo que obligó a evacuar a miles de personas. Se declaró el estado de emergencia en el distrito de Nova Kajovka, donde -según fuentes de seguridad rusas- cientos de casas estarían bajo el agua.
y están siendo evacuadas, informaron autoridades ucranianas.
Presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, convocó a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional y aseguró que su gobierno está haciendo "todo lo posible para salvar a la gente".
Unos 80 pueblos y aldeas estaban en riesgo de inundación, según Zelensky. Ucrania también acusa a Rusia de atacar con artillería la zona sur de Jersón mientras la población está siendo evacuada.
Fotos y videos muestran una enorme brecha en la represa, con el agua saliendo a través de ella y causando inundaciones río abajo en dirección a Jersón. No se ha determinado cuándo se produjo el primer daño a la estructura, pero las imágenes por satélite verificadas por la BBC sugieren que su estado se ha deteriorado a lo largo de varios días.
Una carretera que cruza la presa parece estar dañada desde el 2 de junio, pero no parece haber un cambio en el flujo del agua hasta el 6 de junio, cuando la ruptura del muro y el derrumbe de los edificios cercanos pueden verse claramente en video.
Actualmente no está claro si los daños en la carretera están relacionados con la rotura del 6 de junio. Las imágenes de Nova Kajovka muestran edificios y carreteras rodeados por las aguas.
El jefe de la región de Jersón, Oleksandr Prokudin, declaró este lunes a la televisión ucraniana que ya se habían inundado total o completamente ocho pueblos, y que se esperaba que se inundaran más.
El ministro del Interior ucraniano, Ihor Klymenko, dijo que unas 1.000 personas habían sido evacuadas en una primera operación y que "24 asentamientos" se habían inundado.
El operador de la presa hidroeléctrica ucraniana, UkrHydroEnerho, declaró que la central había quedado "totalmente destruida" y no podía restaurarse. El río también se ha contaminado con 150 toneladas de lubricante industrial, según el presidente Zelensky, y otras 300 toneladas corrían el riesgo de derramarse.
En Jersón, una mujer llamada Lyudmyla, que estaba tratando de salvar sus pertenencias, incluida una lavadora, dijo: "Tenemos miedo de las inundaciones. Estamos llevando nuestras cosas un poco más arriba".
"Aquí se va a morir todo", dijo con temor otro vecino de la ciudad llamado Sergiy. "Todas las criaturas vivientes y las personas quedarán bajo el agua", dijo al señalar las casas y los jardines cercanos.
El zoológico Kazkova Dibrova, en el lado controlado por Rusia, informó que quedó inundado por completo y que los 300 animales que albergaba murieron. Andrei, un hombre que vive cerca de la presa, acusó a Rusia de querer "ahogar" a su ciudad.
En la orilla del río controlada por Rusia, Vladimir Leontyev, el alcalde designado por Moscú para la localidad de Nova Kajovka, dijo que la ciudad estaba bajo el agua y que 900 personas habían sido evacuadas.
En algunos puntos, aseguró, el agua llegó a los 11 metros de altura. Señaló que las autoridades enviaron 53 autobuses de evacuación para llevar a la gente de la ciudad y otras dos poblaciones cercanas a un lugar seguro. Ucrania acusó a Rusia de volar la represa deliberadamente.
Esto parece plausible, ya que Moscú podría haber temido que las fuerzas ucranianas utilizaran la carretera sobre la presa para llevar tropas a través del río a territorio controlado por Rusia, como parte de una contraofensiva.
Zelensky alegó que habría sido "físicamente imposible" que su ejército pudiera destruir la represa de Kajovka. Recordó que Rusia controla esta instalación y la región aledaña desde hace más de un año, por lo que, concluyó, "fue minada por ocupantes rusos".
Kiev abrió una investigación por crímenes de guerra. El gobierno ucraniano anunció que está recopilando información con equipos sobre el terreno y aportará los detalles a la Corte Penal Internacional.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, calificó la destrucción de la represa como "escandalosa" y una muestra de "la brutalidad de la guerra de Rusia en Ucrania", mientras la UE condenó el ataque como un nuevo ejemplo de la "agresión bárbara" de Rusia contra Ucrania.
Pero el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, rechazó la implicación rusa y, en su lugar, culpó a Ucrania, calificándolo de acto de "sabotaje" que privaría de agua a la península de Crimea, una zona anexionada por Rusia en 2014. Ni las afirmaciones de Ucrania ni las de Rusia han podido ser verificadas por la BBC. La presa es muy importante y sirve para varios fines.
Retiene un vasto embalse que suministra agua a una gran cantidad de comunidades río arriba. Los agricultores dependen del agua para cultivar sus cosechas, y su ruptura podría afectar a decenas de miles de personas si retrocede lo suficiente.
La presa también suministra agua de refrigeración a la central nuclear de Zaporiyia, a unos 160 kilómetros río arriba, que está bajo control ruso. La planta nuclear de Zaporiyia depende del agua de esta represa para enfriar sus reactores nucleares.
Hasta el momento, los reportes indican que la situación está bajo control en la central. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) asegura estar vigilando la situación de cerca.
"La ausencia de agua en los sistemas de enfriamiento por un período extenso podría causar la fusión del combustible y la inoperatividad de los generadores diésel de emergencia", indicó en un comunicado Rafael Grossi, director de este organismo. Pero señaló que "no existe un riesgo inmediato para la seguridad de la planta".