Arremetió contra lo que llamó un "sistema radical y corrupto que ha extraído poder y riqueza de nuestra nación". "Todo esto cambiará a partir de hoy", afirmó
publicado en 20 / Jan / 25La ceremonia de inauguración marcó el regreso a la Casa Blanca del líder republicano que ya gobernó EE.UU. entre 2017 y 2021.Donald Trump tomó posesión este lunes como 47º presidente de Estados Unidos y anunció sus primeras medidas al regresar al poder.
El mandatario de 78 años juró el cargo en el interior del Capitolio -en lugar de al aire libre, en la escalinata, como suele ser habitual- debido a las temperaturas bajo cero en Washington DC.
"El 20 de enero de 2025 es el día de la liberación", proclamó en su primer discurso como presidente, y aseguró que este mismo lunes firmará una serie de órdenes ejecutivas para comenzar lo que llamó como "la era dorada de Estados Unidos".
Anunció que declarará la emergencia nacional en la frontera con México, que cambiará el nombre del Golfo de México por el "Golfo de América" y "recuperar" el Canal de Panamá, algo que ya había dicho en las semanas previas.
A la ceremonia acudieron líderes mundiales, entre ellos el presidente argentino Javier Milei, así como magnates de multinacionales tecnológicas estadounidenses como Elon Musk, Jeff Bezos y Mark Zuckerberg.
Hasta ahora
En su discurso tras la investidura, Trump acusó al gobierno saliente de Joe Biden de haber provocado la "decadencia" de Estados Unidos, y prometió militarizar la frontera con México y acabar con la inmigración ilegal.
Aseguró que lo primero que hará es declarar el estado de emergencia en la frontera con México, enviar soldados para detener la inmigración ilegal y declarar a los carteles del narcotráfico organizaciones terroristas extranjeras.
Una de sus órdenes ejecutivas, adelantó, servirá para "poner fin a la captura y liberación", en referencia a la puesta en libertad de migrantes que estén a la espera de juicio.
Y adelantó que invocará la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para combatir a las pandillas y redes criminales.
Además, prometió restituir la política "Quédate en México", que requiere permanecer en ese país mientras los solicitantes de asilo en EE.UU. aguardan una decisión, medida que fue aplicada en su anterior gobierno y derogada por el de Biden.
También confirmó que cambiará el nombre del Golfo de México por el de Golfo de América (EE.UU.).
En cuanto al Canal de Panamá, reiteró sus acusaciones al gobierno panameño de "tratar injustamente" a Estados Unidos y favorecer a China, por lo que prometió "recuperarlo".
"No se lo dimos a China, se lo dimos a Panamá y lo vamos a recuperar", sentenció, tras afirmar que devolver el Canal al país centroamericano en 1999 fue un error histórico que hay que revertir.
En un ámbito global, el discurso sobre política exterior de Trump fue más conciliador y aseguró que se erigirá como "un pacificador y unificador" cuyo gobierno sea recordado por "las guerras a las que puso fin y las guerras en las que nunca se involucró".
Y, más allá del planeta Tierra, avanzó que bajo su mandato se enviarán "astronautas que planten las barras y estrellas (la bandera estadounidense)" en Marte.
En el ámbito económico, el presidente aseguró que acabará con lo que consideró como "inflación récord" y el aumento de los precios, problemas que atribuyó al "exceso de gasto" y a políticas energéticas erróneas.
Indicó que declarará una emergencia energética nacional y reiteró su promesa de impulsar la perforación de petróleo y gas en suelo estadounidense.
Estados Unidos tiene "la mayor cantidad de petróleo y gas natural que cualquier otra nación en la Tierra, y lo vamos a utilizar", proclamó, tras pronunciar su conocido lema "drill, baby, drill" ("perfora, bebé, perfora").
"Seremos de nuevo una nación manufacturera" y un "productor de petróleo y gas" que exportará energía a todo el mundo, aseveró.
Trump prometió reimpulsar la industria automotriz al revocar las medidas de promoción de vehículos eléctricos de la administración Biden para fabricar de nuevo automóviles "a un ritmo que nadie podría haber soñado hace apenas unos años".
En cuanto al comercio exterior, dijo que trabaja en la creación del "Servicio de Impuestos Externos" para recaudar aranceles y otros gravámenes.
"En lugar de gravar a nuestros ciudadanos para enriquecer a países extranjeros, impondremos aranceles e impuestos a países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos", proclamó.
También anunció el establecimiento del DOGE, el nuevo departamento de eficiencia gubernamental a cargo de los empresarios Elon Musk y Vivek Ramaswamy.
Otra orden ejecutiva, afirmó, servirá para "acabar con todo tipo de censura y devolver la libertad de expresión a Estados Unidos", sin ofrecer más detalles.
Discurso
En su discurso inaugural de Donald Trump fue una mezcla de dardos contra la saliente administración demócrata y promesas de cosas mejores por venir.
Bajo la mirada estoica del expresidente Joe Biden –y otros demócratas– Trump reivindicó su mandato para revertir lo que consideró "una horrible traición" a Estados Unidos.
Arremetió contra lo que llamó un "sistema radical y corrupto que ha extraído poder y riqueza de nuestra nación".
"Todo esto cambiará a partir de hoy", afirmó.
A partir de ahí, Trump fue al grano: detalló una serie de medidas ejecutivas sobre inmigración y energía y se comprometió a poner fin a los programas de diversidad ordenados por el gobierno.
Reiteró su promesa de cambiar el nombre del Golfo de México a "Golfo de América" y de recuperar el Canal de Panamá.
"Estados Unidos se volverá a considerar una nación en crecimiento", apuntó, y se comprometió a aumentar la riqueza del país y a expandir "nuestro territorio".
Es posible que esa última frase llame la atención de los aliados de Estados Unidos, que ya han mostrado preocupación por el interés de Trump en adquirir Groenlandia y sus comentarios sobre convertir a Canadá en el estado número 51 de Estados Unidos.
Tanto en su campaña electoral como en este discurso, Trump hizo una serie de grandes promesas. Ahora que es presidente, se enfrentará al reto de cumplirlas y veremos cómo será realmente la "época dorada" que anuncia.
Ceremonia
El presidente y su esposa, la primera dama Melania Trump, comenzaron la jornada participando en el tradicional oficio religioso en la Iglesia Episcopal St. John's, cercana a la Casa Blanca.
Los acompañaron el vicepresidente JD Vance, su esposa Usha y el hijo de la pareja presidencial, Barron Trump.
Los Trump visitaron después la Casa Blanca para tomar un té con el líder saliente, Joe Biden, y la primera dama, Jill, en lo que se considera una ceremonia simbólica de transición pacífica del poder, y las dos parejas viajaron juntas al Capitolio para la jura del nuevo mandatario.
Antes de que Trump jurara el cargo, lo hizo JD Vance como nuevo vicepresidente de Estados Unidos.
El exsenador republicano de 40 años se convirtió en el tercer vicepresidente más joven de la historia del país norteamericano después de John C. Breckinridge, que asumió el cargo con 36 años en 1857, y de Richard Nixon, también con 40 en el año 1953.