Casi un millar de personas han sido detenidas en China en la campaña contra las sectas y cultos que pregonan que mañana llegará el fin del mundo y piden a los ciudadanos que hagan preparativos para ello, según las informaciones publicadas hoy en la prensa oficial.
La mayoría de los arrestos se produjeron en la provincia occidental china de Qinghai, aunque hoy se registraron las primeras detenciones en la capital, Pekín, donde 17 personas fueron puestas bajo disposición judicial por "difundir rumores sobre un inminente apocalipsis el 21 de diciembre", informó la agencia Xinhua. La campaña policial de los últimos días se dirige principalmente contra una secta cristiana denominada "Iglesia de Dios Todopoderoso", conocida desde hace dos décadas en China y que asegura que mañana la oscuridad se cernirá sobre el planeta.
El "culto maligno", como lo denominan las autoridades chinas, promete la salvación a los que se unan a última hora a la organización (para lo cual se les pide que entreguen sus pertenencias). "Los hombres de Satán se extinguirán, y sólo Dios Todopoderoso puede salvar a la humanidad, quien se resista a él irá al infierno", señalan panfletos de la secta requisados por la policía en las redadas que estos días se han llevado a cabo en varias provincias chinas.
Con anterioridad, la secta aseguraba que la segunda llegada del Mesías sería en China, y que la elegida sería una mujer. Las supersticiones sobre un presunto fin del mundo mañana viernes, 21 de diciembre, influidas por las creencias que circulan en todo el mundo en torno al final del calendario maya, han tenido una amplia recepción en el país asiático. Crédulos y escépticos se preparan también para recibir en China el supuesto cambio de era predicho por los mayas, con una mezcla de broma y expectación, y recordando que en la película "2012" estrenada hace tres años, el país asiático tenía un papel protagonista en la salvación de la humanidad.