Se abren "nuevos vectores de ataque" por parte de los ciberdelincuentes, lo que supone un reto a las administraciones a la hora de garantizar la seguridad de los usuarios,
El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, ha participado en la jornada inaugural del octavo Encuentro Internacional de Seguridad (8ENISE) que organiza el recién denominado Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), antes llamado INTECO, ha asegurado que en el mundo ya existen 10.000 millones de dispositivos móviles.
El uso de las nuevas tecnologías se está popularizando, como es una muestra el incremento del uso de sistemas de mensajería instantánea que, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ya utiliza el 65 por ciento de los españoles, la práctica totalidad de ellos de forma habitual a lo largo del día. Por eso, la presencia de los dispositivos móviles, sobre todo los llamados teléfonos inteligentes o “Smartphone”, ha supuesto, según el secretario de Estado, que el “hábitat” haya “cambiado”, ya que ha aumentado de forma significativa el número de usuarios de internet a través de estos sistemas, en lugar de con la ADSL.
De esta forma, se abren “nuevos vectores de ataque” por parte de los ciberdelincuentes, lo que supone un reto a las administraciones a la hora de garantizar la seguridad de los usuarios, sensibles a delitos como la vulneración de su intimidad o el fraude económico que, en la red, “sobrepasa” ya al fraude “físico”. En este sentido, aludiendo a estudios recientes, se calcula que los fraudes económicos en el mundo han generado pérdidas de entre 300.000 millones de dólares y un billón.
Sólo en Estados Unidos, según el secretario de Estado de Seguridad, se han registrado estafas por valor de 100.000 millones de dólares y la pérdida de 518.000 empleados, mientras que en el Reino Unido se estima que esté suponiendo ya 27.000 millones de libras. En el caso de España, Martínez ha indicado que se calcula que las pérdidas por fraudes a nivel económico supongan una media de 497.000 euros en grandes empresas y de 38.000 euros en las pequeñas y medianas.
También ha mostrado preocupación por el “creciente uso” de las monedas virtuales para el “blanqueo” y para la comisión de estos delitos de estafa. Por otro lado, ha aludido a los delitos de tipo sexual que, mediante la proliferación de dispositivos móviles, permiten delitos como “la pedofilia a la carta” o la “emisión en directo de abusos”, que son “fenómenos repugnantes” frente a los que la administración tiene un “compromiso de acción firme y decidido”.