Los enfermos y heridos siguen luchando por llegar hasta la sala de urgencias del Hospital de Boost, una instalación médica de 300 camas gestionada por Médicos Sin Fronteras (MSF) en colaboración con el Ministerio de Salud de Afganistán en Lashkar Gah.
Semanas pasadas se presentaron fuertes enfrentamientos entre las fuerzas del gobierno afgano y las fuerzas opositoras en los distritos que rodean esa ciudad. “Nuestros pacientes nos han reportado que las carreteras están bloqueadas y que los retenes están retrasando su llegada al hospital,” dijo la coordinadora de país de MSF, Guilhem Molinie.
“Como resultado, hemos visto una tendencia de mañanas tranquilas en la sala de urgencia, cuando normalmente esa es la hora en que hay más bullicio; y que más pacientes están llegando durante la tarde, después de enfrentarse a los retrasos para llegar hasta aquí”, agregó.
Sin embargo, el número de pacientes que llega a la sala de urgencias ha disminuido desde la escalada de los enfrentamientos en agosto. “La sala de urgencias es el principal punto de entrada de los pacientes al hospital, así que las fluctuantes admisiones son un reflejo directo de las idas y venidas del conflicto y la capacidad de las personas para llegar al hospital”, comenta Molinie.
“Como este es el único hospital que proporciona atención médica especializada de forma gratuita, muchos pacientes tienen que venir desde muy lejos para acceder a atención vital como lo son las intervenciones quirúrgicas, la atención obstétrica de emergencia y los cuidados prenatales", agrega.
En otros departamentos del hospital, como en el centro de alimentación terapéutica y el de pediatría, los médicos están comenzando a notar que la situación está regresando lentamente al nivel de bullicio habitual. MSF comenzó a trabajar en Afganistán en 1980.
En cada uno de los proyectos en el país, el personal nacional e internacional de MSF desarrolla su labor para asegurar tratamiento de la mejor calidad. Esta institución apoya al Ministerio de Salud Pública en el hospital de Ahmad Shah Baba al este de Kabul, al hospital de maternidad Dasht-e-Barchi en el oeste de Kabul, y al hospital de Boost en Lashkar Gah, en la provincia de Helmand.
En Khost, al este del país, MSF gestiona un hospital de maternidad. Este año, la organización planea abrir una instalación para diagnosticar y atender la tuberculosis multirresistente a medicamentos en Kandahar. MSF depende sólo de fondos privados para su trabajo en Afganistán y no acepta fondos de ningún gobierno.