La presidenta del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la ecuatoriana Yolanda Kakabadse, considera que más allá del "significado simbólico" de "La Hora del Planeta", que se celebra este 23 de marzo, esta campaña tiene un "significado real", que son las transformaciones medioambientales que le seguirán.
"Hacer que el público en general, niños, adultos, piensen durante el acto de apagar la luz en que están contribuyendo con el Planeta es muy importante. Es un acto simbólico, pero tiene un trasfondo. Porque lo que viene después es la pregunta, ¿qué puedo hacer de verdad?", explicó Kakabadse en una entrevista con Efe.
"Es una fiesta simbólica y eso es importante para todos. Pero tiene un impacto, porque durante esos sesenta minutos se puede reflexionar sobre qué puedo hacer en lo cotidiano. Cerrar el grifo? apagar la luz en las habitaciones que no use? Usar el transporte público?", agregó. Un año más, centenas de miles de ciudadanos en todo el mundo han sido convocados a celebrar la Hora del Planeta, el acto de apagar las luces de casa, pero también de edificios públicos y monumentos para recordar lo efímero de nuestra Tierra y la necesidad de protegerla.
La iniciativa surgió hace un lustro y en su última edición, en 2012, congregó a más de 7.000 ciudades en 152 países, y se apagó la luz de monumentos emblemáticos como la Torre Eiffel en París, la Sagrada Familia en Barcelona, el Empire State en Nueva York, la Muralla China, el Big Ben en Londres, las Torres Petronas de Kuala Lumpur, el Obelisco de Buenos Aires o el Machu Pichu en Perú. "Creo que este año participarán 153 países, y cuando empezamos eran 30. Pero lo importante es lo que hagan los países pasado mañana, las decisiones políticas de trascendencia medioambiental", dijo Kakabadse.
"Por ejemplo en países como Uganda, Rusia o Botswana se harán campañas de forestación. En Estados Unidos las niñas 'girl scout' aplicarán un programa de cambio de bombillas. Y todos estos son ejemplos de un compromiso de ir más allá", aseveró. La presidenta de WWF recordó que, por ejemplo, en Argentina se ha convocado una manifestación el mismo día para apoyar un proyecto de ley dirigido a la protección de 3,4 millones de hectáreas en el Área Marina Protegida "Namuncurá-Banco Burwood". "Cada país hace lo que quiere y se adapta, pero lo importante es que hagan, que se debata sobre el tema y se levanten conciencias", concluyó Kakabadse.