Papa Francisco pidió durante su intervención en el II Encuentro Mundial de Movimientos Populares, que se desarrolló en Santa Cruz, defender en nombre de Dios a la Madre Tierra.
Dijo que no es posible que ciertos intereses globales se impongan a los Estados para destruir la naturaleza, por lo que los pueblos deben movilizarse pacíficamente para salir en defensa de la “casa común que está siendo saqueada”.
“No se puede permitir que ciertos intereses –que son globales pero no universales– se impongan, sometan a los Estados y organismos internacionales, y continúen destruyendo la creación. Los Pueblos y sus movimientos están llamados a clamar, a movilizare, a exigir –pacífica pero tenazmente– la adopción urgente de medidas apropiadas.
Yo les pido, en nombre de Dios, que defiendan a la Madre Tierra”, señaló a los presentes. El presidente Evo Morales, que acompañó a Francisco al evento internacional, lo escuchó atentamente, por cerca de una hora, tiempo duró el mensaje del obispo de Roma.
El Sumo Pontífice cuestionó la realización de cumbres internacionales donde las grandes naciones trataron el cambio climático, sin resultados, de tal forma que planteó la defensa de la Madre Tierra, como una tarea a encarar desde los pueblos.
“La casa común de todos nosotros está siendo saqueada, devastada, vejada impunemente. La cobardía en su defensa es un grave pecado. Vemos con decepción creciente como se suceden una tras otra cumbres internacionales sin ningún resultado importante. Existe un claro, definitivo e impostergable imperativo ético de actuar que no se está cumpliendo”, finalizó.
Indicó además que el cambio climático podría ser irreversible, si no se actúa. “El tiempo, hermanos y hermanas, el tiempo pareciera que se estuviera acabando. No alcanzó el pelearnos entre nosotros, sino que nos ensañamos contra nuestra casa.
Hoy la comunidad científica acepta, lo que hace ya desde mucho tiempo denuncian los humildes, se están produciendo daños, tal vez, irreversibles en el ecosistema, se está castigando a la tierra, a los pueblos y a las personas de un modo casi salvaje (…)”, lamentó.