La concentración de CO2 en la atmósfera, que superó por primera vez las 400 partes por millón (ppm), pone al planeta en una “zona de peligro, advirtió ayer la ONU, quien recordó que este fenómeno acelerará el cambio climático y provocará fenómenos ambientales extremos. El viernes, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) informó que el promedio diario de dióxido de carbono (CO2 ) al 9 de mayo es de 400,03 ppm.
“Con 400 ppm de CO2 en la atmósfera, hemos superado el límite histórico y hemos entrado en una zona de peligro”, advirtió ayer la secretaria ejecutiva de la Convención Marco sobre Cambio Climático de Naciones Unidas, Christiana Figueres. “El mundo tiene que despertarse y tomar nota de lo que esto significa para la seguridad de los seres humanos, para su bienestar y su desarrollo económico”, añadió.
El objetivo fijado por la comunidad internacional en 2009 es mantener el calentamiento global a un máximo de +2 grados centígrados (°C) con relación a los niveles anteriores a la era industrial. Si se superan esos 2ºC, los científicos consideran que el planeta entrará en un sistema climático marcado por los fenómenos extremos. Con una media anual de 400 ppm de concentración de CO2, el calentamiento global previsto será de al menos 2,4°C, según el último informe de los expertos de la ONU sobre el clima (Giec).
Y las perspectivas son pesimistas: las emisiones de CO2 en la atmósfera no paran de aumentar y si sigue la tendencia la temperatura podría incrementarse entre 3 y 5 °C. Figueres aseguró que “todavía hay una oportunidad para evitar los peores efectos del cambio climático” e hizo un llamamiento a la comunidad internacional para dar una “respuesta política capaz de enfrentarse a este desafío”. Según Bob Ward, director de política del Instituto de Investigación Grantham para el Cambio Climático y Medio Ambiente de la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres, la Tierra no ha registrado esos niveles de CO2 en millones de años. Clima.
“Estamos creando un clima prehistórico donde las sociedades humanas enfrentarán riesgos enormes y potencialmente catastróficos”, dijo. La principal preocupación de Michael Mann, director del Centro de Ciencias de la Tierra en la Universidad Penn State, es la rapidez con la que aumentan todas las concentraciones de CO2. “No hay precedentes en la historia de la Tierra de un incremento así de brusco de las concentraciones de gases de efecto invernadero”, aseguró. “Aunque los seres vivos pueden adaptarse a los cambios lentos que tuvieron lugar durante decenas de millones de años, no hay ninguna razón para creer que ellos —y nosotros— podamos adaptarnos a cambios que son un millón de años más rápidos que las tasas naturales del cambio”, señaló.
La última vez que los científicos pueden asegurar que el CO2 estaba en los niveles actuales, indicó, fue hace más de 10 millones de años. En aquel entonces, las temperaturas globales eran más calientes, el hielo era escaso y el nivel del mar estaba decenas de metros por encima del actual. “Tomó cientos de millones de años cambiar las concentraciones de CO2 a través de procesos naturales, como el enterramiento natural de carbono y la desgasificación volcánica (...). Lo que estamos haciendo es desenterrarlo.
Pero no en más de 100 millones de años. Lo estamos desenterrando y quemando a una escala de 100 años, un millón de veces más rápido”, advirtió. La comunidad internacional se fijó como objetivo alcanzar en 2015 un acuerdo obligando a todos los países, entre ellos los dos grandes contaminadores, China y EEUU, a reducir sus emisiones de gas con efecto invernadero. Ese acuerdo debería entrar en vigencia en 2020.