De acuerdo con los resultados de análisis de los desastres naturales, la autoridad explicó que llama la atención las quemas intencionadas en lugares inaccesibles de las llanuras o bosques secos
Gobierno nacional desplegó desde hace varias semanas, contingentes de militares de las fuerzas del Ejército, Armada y Aérea a los bosques para sofocar incendios provocados de manera intencionada.
Viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, dio cuenta de un comando conjunto de las Fuerzas Armadas, especialista en sofocación de incendios en zonas de sequía y de inundaciones.
“Parece de película”, dijo Calvimontes, quién reportó que los boques secos arden y a unos 40 kilómetros de distancia las lluvias inundan poblaciones como Guanay, en La Paz semitropical.
Hasta ahora, sucedieron drásticos eventos climáticos que obligaron al presidente Luis Arce la toma de decisiones de igual magnitud, primero con el despliegue de helicópteros y carros cisternas para el transporte de agua, destinado a la sofocación de incendios no previstos y otros provocados.
Calvimontes explicó que este año fue el más duro en cuanto a desastres naturales se refiere, por ello se tuvo que movilizar cinco helicópteros de la Fuerza Aérea, 10 avionetas militares de reconocimiento, más de 10.000 hombres destinados como bomberos a las áreas de quema y más de una docena de unidades especializadas del Ejército.
Unidades especializadas en Hidrología de la Armada Boliviana continúan evaluando el comportamiento climático de las lluvias y el crecimiento de lagos, lagunas y ríos.
De acuerdo con los resultados de análisis de los desastres naturales, la autoridad explicó que llama la atención las quemas intencionadas en lugares inaccesibles de las llanuras o bosques secos.
Denunció que grupos de intereses económicos del sector agrícola practican chaqueo y quema como un método de invertir menos en la actividad; además de dar lugar a nuevas áreas de crianza ganadera.
Las consecuencias de la sequía, declaró Calvimontes, son más duras en los productores pequeños. Los grandes (empresarios) y medianos no tienen mayor dificultad con el fenómeno natural debido a sus previsiones tecnológicas que les permite seguir produciendo.
“Lo que sí está comprobado, es que estos incendios están siendo provocados por intereses económicos, para ampliar su área de producción o su área ganadera”, afirmó.