Dicho organismo reclamó a la Fiscalía el inicio de investigaciones para la aplicación de la pena de 20 años de prisión, que corresponde a un tercio de la pena establecida por no haberse consumado el hecho
La agresión al periodista Mario Alberto Rocabado Román y el camarógrafo Enrique Sánchez, ambos del equipo de prensa de la red Unitel, fue denunciado como tentativa de asesinato por la organización de medios impresos representados por la Asociación Nacional de la Prensa (ANP).
Dicho organismo reclamó a la Fiscalía el inicio de investigaciones para la aplicación de la pena de 20 años de prisión, que corresponde a un tercio de la pena establecida por no haberse consumado el hecho.
Ambos profesionales realizaban la cobertura informativa sobre los hechos de violencia en La Guardia cuando fueron atacados la madrugada de este miércoles por personas “que llegaron junto a la Policía con palos”, según el testimonio del periodista. La institución se declara en estado de emergencia y de movilización permanente.
Tras evaluar los hechos registrados, el equipo legal de la ANP concluyó que “los actos de linchamiento contra los trabajadores de la prensa son una deslegitimación del orden público” y exigió a la Policía, el Ministerio Público y los jueces que asuman su función de investigar y sancionar a los responsables del atropello.
Rocabado fue rescatado por vecinos de La Guardia aproximadamente a las 00:45. Las imágenes de varios medios mostraron el rostro y la cabeza del reportero ensangrentadas como efecto de la agresión con patadas, golpes de puño y piedras.
Los habitantes del lugar, que apoyan el paro cívico, se enfrentaron con marchistas afines al oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) que promueven un cerco para impedir el paso de alimentos y combustible a la región cruceña.
"Fuimos atacados por la turba que me quitó el micrófono, los dos celulares con los que trabajo y mi billetera. Me identifiqué como periodista y pese a tener logo del canal en mi indumentaria, me dijeron que no les importaba. Me tumbaron, me patearon en el suelo y me tiraron piedras. Escuché decir a algunos que me linchen. Siento que de milagro estoy vivo”, declaró Rocabado al programa “Periodismo Somos Todos”.
Unitel informó que el camarógrafo Sánchez logró escapar y horas después fue rescatado a salvo. El medio manifestó que al menos otros dos periodistas fueron agredidos en el lugar.
Según el informe médico preliminar, Rocabado llegó con múltiples contusiones, laceraciones en la frente que demandaron una sutura de cuatro puntos, y tiene orden médica para estudios de ecografía, tomografía y radiografías porque se temen daños en órganos internos.
“La actuación de los agresores se adecúa a lo establecido en el artículo 252 en relación al artículo 8 del Código Penal, que se tipifica como asesinato en grado de tentativa”, por lo que corresponde una pena de 20 años de cárcel, según el equipo de juristas de la ANP.
Asociación de Periodistas de Santa Cruz se declaró en emergencia y su presidente, Roberto Méndez, expresó su repudio y rechazo ante la nueva agresión contra trabajadores de la prensa. Méndez pidió la intervención inmediata de la Fiscalía para la identificación y sanción de los agresores.
“La Asociación de Periodistas de Santa Cruz expresa su solidaridad con los informadores que han sido víctimas de agresiones físicas y hasta intentos de linchamiento que han sufrido colegas, como es el caso de periodistas de la Red Unitel.
Pedimos una investigación de oficio por parte de la Fiscalía Departamental porque durante las agresiones se ha puesto en peligro la vida, el principal bien jurídico que es la vida de los periodistas, así como la de los comunarios que han salido en defensa de su pueblo”, expresó Méndez.
“Hemos visto que, en un caso anterior también de cobarde agresión, durante el primer día de paro indefinido en Santa Cruz, a pesar de haber identificado al responsable, un funcionario de la institución gubernamental Vías Bolivia, permanece en la impunidad", agregó Méndez. El representante de la Asociación de Periodistas de Santa Cruz alude a las agresiones sufridas por periodistas de la Red Gigavisión y el periódico EL DEBER.