Presidente, con su anuncio, espera que el país reanude sus labores cotidianas a partir de la próxima semana para seguir construyendo la economía con el "concurso de todos los bolivianos"
"Nosotros, escuchando las demandas del pueblo boliviano, escuchando las demandas sectoriales, hemos tomado la decisión de abrogar la Ley 1386 a objeto de, primero, allanar el camino para que no exista mayor pretexto para seguir enlutando, para seguir maltratando y para seguir paralizando nuestra economía" afirmó mandatario.
Presidente Luis Arce anunció la noche de este sábado la abrogación de la cuestionada Ley 1386, de Estrategia Nacional de Lucha Contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas y Financiamiento del Terrorismo, que provocó un paro indefinido en Bolivia desde hace seis días.
Jefe del Estado hizo el anuncio en la Casa Grande del Pueblo acompañado por el vicepresidente David Choquehuanca y algunos dirigentes de los sectores sociales del Pacto de Unidad que respaldan la administración gubernamental.
Uno de quienes precedió el anuncio de Arce fue el secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, quien advirtió con movilizaciones y desbloqueo si es que los que propician el paro no suspenden sus protestas hasta el lunes. Como Arce, el dirigente laboral también denunció afanes desestabilizadores, “un segundo golpe de Estado”.
El paro indefinido empezó el lunes de manera parcial en algunas regiones del país en medio de varios hechos de violencia provocados por los bloqueadores, sectores movilizados para desbloquear y constantes intervenciones de la Policía. Incluso, el 9 de noviembre se produjo la muerte de un joven campesino, Basilio Titi (22) en Potosí, en circunstancias que todavía se investigan.
La medida de presión fue impulsada inicialmente por un sector de los gremiales, los comités cívicos y algunos grupos de los transportistas, a medida que transcurrían los días, más sectores sociales empezaron a pronunciarse en contra de la normativa y hasta comenzaron a hablar de todo un “paquete de leyes malditas”, mientras el Gobierno denunciaba de manera constante un supuesto nuevo intento de “golpe de Estado”.
Pero “nuestro gobierno quiere paz y tranquilidad; tenemos la obligación de cuidar la economía, la democracia y (a todas) nuestras familias, porque todo lo que ha pasado está generando miedo, zozobra e incertidumbre innecesariamente en el país producto de que hay sectores que tienen otros intereses más allá de lo que marcan las necesidades e inquietudes de los sectores sociales; por eso nosotros ya no queremos más luto, más zozobra, más dolor, más intranquilidad”, añadió Arce.
Ahora el Presidente, con su anuncio, espera que el país reanude sus labores cotidianas a partir de la próxima semana para seguir construyendo la economía con el “concurso de todos los bolivianos”.
“Porque estamos enfrentando problemas educativos, problemas de salud, (estamos saliendo) de una profunda crisis económica y no podemos parar la economía, no podemos detener todo el esfuerzo que estamos haciendo, por lo tanto, se tomó esta decisión en ese marco para que no haya más pretextos, para que no haya más argumentaciones, que en realidad están ocultando una verdadera intención política”, insistió.