21 ráfagas fueron encontradas al analizar datos recopilados por el Telescopio Green Bank (EE.UU.) con la implementación de algoritmos informáticos estándar
Equipo internacional de científicos que forma parte del proyecto Breakthrough Listen, liderado por la Universidad de California en Berkeley (EE.UU.) y dedicado a la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI, en inglés), ha logrado detectar con ayuda de la inteligencia artificial decenas de nuevas ráfagas rápidas de radio ( FRB, por sus siglas en inglés) procedentes de una misteriosa fuente localizada a unos 3.000 millones de años luz de la Tierra, según un COMUNICADO publicado este lunes por la citada entidad educativa.
La fuente que emana esas ráfagas —intensas explosiones de energía de radio de apenas unos milisegundos de duración— es conocida como 'FRB 121102'. La mayoría de las FRB analizadas han emitido solo una descarga de ráfagas rápidas de radio, pero en la FRB 121102 este fenómeno se ha repetido en varias ocasiones. Es así que el año pasado en esa fuente ya se detectaron 21 estallidos.
21 ráfagas fueron encontradas al analizar datos recopilados por el Telescopio Green Bank (EE.UU.) con la implementación de algoritmos informáticos estándar. Pero ahora, el equipo de investigadores dirigidos por la Universidad de California en Berkeley ha desarrollado un nuevo y más potente algoritmo de aprendizaje automático —una rama de la inteligencia artificial— con el que volvieron a analizar los datos del telescopio y descubrieron otras 72 ráfagas, que no se visualizaron con la técnica anterior.
Para esto, los investigadores recurrieron a algunas de las técnicas que utilizan las empresas tecnológicas de Internet para optimizar los resultados de búsqueda y clasificar las imágenes. Pero en este trabajo, sus autores entrenaron un algoritmo conocido como 'red neuronal convolucional', que facilita el reconocimiento de las ráfagas rápidas de radio.
Las FRB 121102 se originan en una galaxia enana localizada a 3.000 millones de años luz de distancia de nuestro planeta, pero se desconoce la naturaleza del objeto que las emite. Hay muchas teorías al respecto, incluyendo que podrían tratarse de señales de tecnología desarrollada por una civilización extraterrestre avanzada.
Los investigadores han comenzado a aplicar este nuevo algoritmo de aprendizaje automático para tratar de detectar señales que podrían provenir de otras civilizaciones del universo.