Representantes de instituciones públicas, privadas y militares, además de organizaciones sociales se dieron cita en la plaza Sebastián Pagador para participar de la celebración.
Se conmemora el 233 aniversario de uno de los primeros y más importantes hitos del proceso que condujo a la independencia americana de la corona española y a la constitución de nuestro país, cuando el 10 de febrero de 1781 se produjo en Oruro una rebelión popular liderada por Sebastián Pagador.
Fue el inicio de una ola de sublevaciones populares.La rebelión orureña, que con toda justicia puede ser considerada una de las precursoras de los movimientos libertarios, tuvo la especial cualidad de reunir por primera vez alrededor de una voluntad común a mestizos, criollos e indígenas.
Sin perder de vista sus eventuales divergencias y a pesar de los conflictos de intereses que los separaban, comprendieron que a todos convenía una ruptura de los lazos que los unía a la corona española a través de una red burocrática que los despojaba del fruto de su trabajo.
La iza de la tricolor, la wiphala y la bandera del departamento y posteriormente por la celebración de una misa interreligiosa con la participación de miembros de distintas religiones.
En la oportunidad, el vicepresidente Álvaro García Linera, justificó la ausencia del primer mandatario Evo Morales al informar su traslado de emergencia hasta el municipio de Morochata, Cochabamba, donde el deslizamiento de un cerro, que ocurrió el sábado, sepultó a 14 personas.
La anterior pasada semana el jefe de Estado entregó obras, inició proyectos y realizó el desembolso de recursos económicos en beneficio de la población orureña, tal como acostumbra en cada aniversario regional.
Durante los últimos tiempos, algunos pasos se han dado en ese sentido, aunque con resultados que distan mucho de los esperados. La inauguración del aeropuerto internacional, por ejemplo, no ha pasado de ser un acto más simbólico que real y el ritmo lento al que avanza la construcción de la doble vía que unirá a Oruro con La Paz continúa dificultando su vinculación con el resto del país y el exterior.
A pesar de las muchas limitaciones, Oruro no deja de demostrar su decisión de disminuir su dependencia de los recursos minerales y ampliar la base de su economía, empeño que es de esperar sea exitoso pues hoy, tal como hace 233 años, de la manera como Oruro afronte y resuelva sus problemas depende en gran medida la suerte del resto del país.