Los ánimos se caldean a medida que aumentan las temperaturas en todo el mundo y a lo largo de la historia humana. Varias investigaciones sugieren que el cambio climático de alguna manera incita a los conflictos humanos.
Esos pequeños cambios en la temperatura y las precipitaciones aumentan considerablemente el riesgo de conflictos de muchos tipos, desde disputas interpersonales -como los bocinazos agresivos de los conductores- hasta una guerra civil y el colapso de la sociedad. Se revisaron los datos de 60 estudios sobre el cambio ambiental y la agresión humana que abarcó seis continentes y más de 12.000 años.
Investigadores encontraron que el aumento de la temperatura aumenta la frecuencia de la violencia interpersonal en un 4%, y el riesgo de conflicto entre grupos, como la guerra civil o disturbios, en un 14%. Las inundaciones y la sequía también tienen un efecto, aunque más pequeño que el de la temperatura. Los efectos son evidentes en países desarrollados y en desarrollo. Salomón Hsiang, econometrista de la Universidad de California Berkeley, que dirigió el estudio, advierte de que la influencia del clima en el comportamiento se hará más evidente a medida que el planeta se calienta y cambien los patrones de precipitación.
Investigadores no tratan de explicar cómo el clima ejerce su aparente influencia en el comportamiento humano. Unieron los extremos climáticos a muchos tipos de conflicto, desde la caída del imperio maya clásico en el siglo IX, a los lanzadores de béisbol profesional que deliberadamente golpean a bateadores rivales con bolas. No todos lo creen La falta de mecanismos causales deja a muchos politólogos escépticos sobre el papel del medioambiente en los conflictos, que según dicen, son impulsados por un complejo conjunto de factores sociales.
"Es difícil ver cómo el mismo mecanismo causal que llevaría a lanzamientos descontrolados de pelotas en un juego estaría vinculado a la guerra y el colapso del Estado", dice Idean Salehyan, que estudia la violencia política en la Universidad del Norte de Texas en Denton. Del mismo modo, Halvard Buhaug, politólogo del Instituto de Investigación de la Paz de Oslo, en Noruega, dice que este estudio hace poco para influir en su creencia de que el vínculo clima-conflictos es débil e inconsistente.
Él ha encontrado que los principales conflictos en África han disminuido en las últimas décadas, a pesar del calentamiento apreciable. Afirma: “Hacen falta más pruebas concluyentes” Reacciones El estudio recibe críticas 1 Aunque está "muy competentemente ejecutado", los críticos añaden que la relación entre clima y conflicto puede ser causal. 2 Para entender cómo ha influido el clima, es necesario ver en detalle qué tipo de acciones fueron iniciadas a raíz del calentamiento. 3 Si los gobiernos saben que las temperaturas subirán, pueden poner en marcha mecanismos para evitar conflictos.
El niño duplica el riesgo de conflictos Los países tropicales enfrentan el doble de riesgo de los conflictos armados y guerra civil durante los cálidos y secos años de El Niño que durante la fase de La Niña, que son más frescos. En 2009, el economista Marshall Burke de la Universidad de California Berkeley y sus colaboradores encontraron que la probabilidad de un conflicto armado en África subsahariana fue de un 50% superior a lo normal en algunos años inusualmente cálidos desde 1981.
En zonas tropicales de América del Sur, África y la región Asia-Pacífico, incluyendo partes de Australia, hay un vínculo entre el clima y los conflictos armados que se presentaron entre 1950 y 2004. El riesgo de conflicto civil anual se duplica, de un 3% a un 6%, en los países del grupo afectados por El Niño.