Limpieza, control de especies invasoras o recuperación de usos tradicionales sostenibles entre las acciones que tendrían que llevar a cabo los voluntarios.
Domingo 22 de abril festeja el Día Mundial de la Tierra. La efeméride se celebró por primera vez en EE.UU., Canadá y varios países de Europa Occidental en 1970. Desde entonces, persigue involucrar a Gobiernos, organizaciones y ciudadanos de todo el mundo en el desarrollo de una conciencia ambiental que origine la consolidación de un modo sostenible de vida. Las necesidades de una población (cada vez más numerosa) pueden parecer ilimitadas, pero sabemos que los recursos naturales son finitos.
Un ejemplo es España que uenta con un extenso patrimonio natural. Y mucha de la biodiversidad que alberga se encuentra en terrenos de titularidad estatal, como las playas, por ejemplo. Los ecosistemas costeros constituyen el principal reclamo de España. El turismo es uno de los sectores que pueden ayudar a combatir la actual crisis económica. La Fundación Biodiversidad va a poner en marcha un programa de voluntariado para la mejora de la calidad de las playas en aquellas Comunidades situadas en el litoral español (Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Cataluña, Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Andalucía, Islas Baleares, Islas Canarias), y las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla.
Las acciones que se desarrollarán entre abril y noviembre destacan las siguientes: retirada de residuos y limpieza, control de las especies exóticas invasoras, recuperación de zonas deterioradas, mejora del hábitat de la fauna de los sistemas dunares o la restauración de elementos vinculados a usos tradicionales sostenibles.
En Bolivia, el cambio de actitud llevadas a la acción serán determinantes al momento de evaluar el tratamiento al únco habitat que tenemos que es la tierra.