En marzo la COB planteó un incremento del 7% al salario básico y de 10% al salario mínimo nacional, con esa base comenzó la discusión Gobierno trabajadores del incremento salarial que debe definirse para el 1 de mayo, Día del Trabajador
Empresarios reconocieron que acciones del Gobierno permitieron una “recuperación parcial de la economía en algunos rubros” y cerraron filas en torno al rechazo a un incremento salarial exigido por la dirigencia de los trabajadores, porque afectará directamente al empleo.
“Ratificamos nuestro desacuerdo con los incrementos salariales en esta gestión, por sus efectos en la generación y sostenimiento del empleo digno y la propia viabilidad de las micro, pequeñas y medianas empresas y de los sectores que no se han recuperado de la crisis generada en las gestiones pasadas, preferentemente, en los departamentos de menor crecimiento”, establece parte del pronunciamiento del sector hecho conocer por el presidente de la Federación de Empresarios Privados de La Paz (FEPLP), Jaime Ascarrunz.
Pidieron al Gobierno, en el marco del Plan Nacional de Desarrollo, llevar adelante nuevas medidas para fortalecer a la industria nacional y el aparato productivo, viabilizar la recuperación económica de las unidades productivas y acelerar la generación del empleo y la inversión, asimismo, aplicar medidas inmediatas de reactivación con el pago de deudas con las empresas y alianzas público privadas, pidieron a la administración de Luis Arce establecer un diálogo con el sector empresarial.
En marzo, la Central Obrera Boliviana (COB) planteó un incremento del 7% al salario básico y de 10% al salario mínimo nacional. Sobre esa base comenzó la discusión Gobierno-trabajadores del incremento salarial que debe definirse para el 1 de mayo, Día del Trabajador.
Ascarruz y el resto de ocho presidentes de las federaciones de empresarios privados se reunieron este jueves para analizar la situación económica y exhortar al Gobierno un diálogo para enfrentar problemas que “aquejan al sector privado”.
También reconocieron “las acciones del Gobierno que han permitido una recuperación parcial de la economía en algunos rubros”, aunque alertaron que la gran mayoría de las empresas privadas formales continúan afectadas por factores como las consecuencias de la pandemia del COVID-19, el contrabando, las regulaciones a las exportaciones, la sobre-regulación laboral y la presión impositiva.
“Somos parte de una misma sociedad que requiere del concurso de todos para salir adelante, sin privilegios, ni exclusiones y tenemos la convicción y el compromiso de seguir trabajando por su bienestar”, señalaron.
Desde la sede de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Ascarrunz argumentó que los empresarios de Beni, Cochabamba, Chuquisaca, La Paz, Oruro, Pando, Potosí, Santa Cruz y Tarija llevaron adelante un “profundo análisis” sobre la situación económica y productiva” de Bolivia.
“Ratificamos la unidad plena de los empresarios privados de todo el país, a través de sus federaciones empresariales departamentales y a la cabeza de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia”, señala el punto uno del pronunciamiento.