Los jueces han afirmado que, en la fase actual, el tribunal "no dispone de pruebas que corroboren la alegación de la Federación Rusa de que se ha cometido un genocidio en territorio ucraniano"
«La Federación Rusa debe suspender inmediatamente las operaciones militares que inició el 24 de febrero de 2022 en territorio ucraniano», declaró la magistrada Joan Donoghue, presidenta de la CIJ, con sede en La Haya.
Corte Internacional de Justicia (CIJ), máximo tribunal de la ONU, ordenó este miércoles a Rusia suspender inmediatamente sus operaciones militares en Ucrania. «La Corte tiene plena conciencia de la magnitud de la tragedia humana en Ucrania» y está «profundamente preocupada por el uso de la fuerza por parte de Rusia, que plantea serios problemas de derecho internacional», prosiguió la juez durante una audiencia.
La CIJ, creada en 1946, dio así respuesta a un procedimiento de urgencia planteado por Ucrania pocos días después de la invasión rusa., en espera de un veredicto sobre el fondo del conflicto, que podría demorar años.
El principal organismo judicial de la ONU basa sus resoluciones principalmente en los tratados y convenciones existentes. Ucrania y Rusia son miembros de la Convención de Naciones Unidas contra el Genocidio, que data de 1948. Los fallos de la CIJ son vinculantes y sin apelación, pero el tribunal carece de medios para garantizar su cumplimiento.
Los jueces han afirmado que, en la fase actual, el tribunal “no dispone de pruebas que corroboren la alegación de la Federación Rusa de que se ha cometido un genocidio en territorio ucraniano”. Además, “es dudoso que el Convenio, a la luz de su objeto y propósito, autorice el uso unilateral de la fuerza por una parte contratante en el territorio de otro Estado, con el fin de prevenir o castigar un supuesto genocidio”.
En estas circunstancias, la corte considera que Ucrania tiene “un derecho plausible a no ser a ser sometida a operaciones militares por parte de la Federación Rusa con el fin de prevenir y prevenir y castigar un presunto genocidio”.
La semana pasada, Rusia no se presentó a la audiencia. Está por ver si Moscú acata la orden de la CIJ. Son legalmente vinculantes, pero depende de la voluntad de los países, que suelen seguirlas, aunque no siempre. El tribunal no tiene medios reales para hacerlas cumplir. Si un país no acata una orden de la Corte, se puede recurrir al Consejo de Seguridad de la ONU, donde Rusia tiene poder de veto.
Las órdenes dictadas por los jueces son medidas cautelares que, en teoría, se deberían aplicar hasta que se juzgue el fondo del caso. Es decir, hasta que la CIJ analice si Moscú ha malinterpretado la convención contra el genocidio, un proceso judicial que llevaría años, informa EFE.
Aun así, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, lo ha celebrado como una “gran victoria” en el caso contra Rusia. “La orden es vinculante para Rusia según el derecho internacional. Ignorar la decisión empujará a Rusia a un aislamiento aún mayor”, ha dicho en Twitter.