Tres ministerios firmantes (Economía, Transición Ecológica, Agricultura y Alimentación) señalan en su comunicado que la fecha de entrada en vigor se fija en el 1 de enero de 2022
Gobierno francés informó el lunes en un comunicado que a partir de 2022 no se podrán vender frutas y hortalizas frescas sin procesar en plástico, con cierta tolerancia hasta 2026 para las más frágiles, como los frutos rojos.
En cuanto a las hortalizas, puerros, calabacines, berenjenas, pimientos, pepinos, patatas, zanahorias, tomates redondos, cebollas, nabos, coles, coliflores, calabazas, chirivías, rábanos, alcachofas y tubérculos tendrán que estar en las estanterías sin envases de plástico.
En lo que se refiere a las frutas, las manzanas, peras, naranjas, clementinas, kiwis, mandarinas, limones, pomelos, ciruelas, melones, piñas, mangos, maracuyás y caquis también están afectados por la prohibición.
Para las frutas y hortalizas «que presenten un riesgo significativo de deterioro en su venta a granel», el decreto concede hasta el 30 de junio de 2026 para encontrar soluciones alternativas.
Así, determinadas variedades de tomates (cherry, cóctel.), cebollas y nabos tempranos, coles de Bruselas, judías verdes, uvas, melocotones, nectarinas y albaricoques tendrán derecho al plástico.
Los envases de plástico para alimentos son el mayor usuario de plástico producido en el mundo. En Francia, el 45,5% del consumo de plástico se destina a la fabricación de envases, según la Fundación Heinrich Boll.
Mientras que el 37% de las frutas y hortalizas se venden actualmente envasadas, el Gobierno espera que la medida dirigida a una treintena de ellas «permita evitar más de mil millones de envases de plástico innecesarios cada año».
Los tres ministerios firmantes (Economía, Transición Ecológica, Agricultura y Alimentación) señalan en su comunicado que la fecha de entrada en vigor se fija en el 1 de enero de 2022.