Anita Serrano propuso que la empresa responsable del desastre ambiental debe contratar más personal especializado, ser sancionada por el MMyA y ser presionada por esta instancia para efectuar más prestamente la limpieza
Derrame de aceite de soya ocasionado por el vuelco de un camión cisterna junto al lago Titicaca, en las cercanías de la población fronteriza de Desaguadero y cuyo contenido se deslizó a las aguas, está provocando que las aves silvestres del lugar, empapadas con esa sustancia, no puedan calentarse mediante sus plumas y perezcan de hipotermia, estrés y debilidad.
El plumaje de las aves de esa área lacustre, como ser la choca (Fulica ardesiaca), patos silvestres e inclusive especies de carácter endémico como el zampullín del Titicaca (Rollandia microptera), ejerce una función termorreguladora, es decir controla la temperatura de esas aves, pero al estar bloqueada por el aceite, no pueden entrar en calor y sucumben de frío.
El vuelco del camión cisterna que transportaba más de treinta mil litros de aceite de soya perteneciente a la empresa “Girasol S.A.” se produjo el domingo 3 de diciembre en una curva cerrada a pocos minutos de la población de Desaguadero, en el sector de Culata, a una hora y media de El Alto de La Paz. No hubo víctimas humanas del accidente y ya fue retirado el vehículo al día siguiente, cuando las peores consecuencias recién comenzaban.
Respecto al desastre ambiental, fue consultada Ana Serrano, presidenta de la fundación Aplab (Amor por los Animales Bolivia), quien indicó que se contabilizaron hasta la fecha más de cien aves muertas, conjuntamente a las registradas por la dirección General de Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente y Aguas (MMAyA), la secretaría de la Madre Tierra de la Gobernación de La Paz, Pofoma (Policía Forestal Medio Ambiental) y Aplab.
“…y con el tiempo que nosotros hemos estado ubicados en el lugar, que por día hemos encontrado más de veinte aves fallecidas, entonces se nota que son más de cien aves que han fallecido en todo este tiempo”. La activista no dejó de referirse a las causas que consumaron la agonía de las aves silvestres.
“Observando a las aves muertas y a las que todavía están vivas y que tienen el plumaje dañado, es que el aceite está afectando el funcionamiento natural de las plumas, entonces está evitando que haya una termorregulación de su temperatura corporal, entonces esto está haciendo que haya hipotermia, entonces no se pueden calentar y claro, hay una hipotermia y al mismo tiempo esto causa debilidad, entonces no hay una fuerza para que ellos puedan continuar comiendo y también son víctimas más rápido de depredadores”.
De la misma manera deploró el que haya muy poco personal, probablemente de carácter voluntario, que estaría ocupando la empresa “Girasol S.A.” tanto para limpiar el sector como a las aves, se trata de una cuadrilla que estaría actuando muy lentamente, considerando además lo dificultoso que es capturar a las aves y limpiarlas del aceite, ello por su carácter silvestre que hace que no permitan ser manipuladas, en este caso por esos operarios.
En ese sentido la presidenta de Aplab propuso que la empresa responsable del desastre ambiental debe contratar más personal especializado, ser sancionada por el MMyA y ser presionada por esta instancia para efectuar más prestamente la limpieza, por ejemplo hizo referencia a la licencia ambiental que debería tener la entidad aceitera.
A ello cabe añadir que la alcaldía de Desaguadero, reveló que carece de medios para afrontar el desastre. Por su parte, el bioparque “Vesty Pakos” (alcaldía de La Paz) estaría proporcionando asilo en sus dependencias a las aves que logran ser rescatadas, porque muchas otras, al ser transportadas a esas instalaciones para su tratamiento, perecen por la debilidad y la falta de calor corporal.