El voto boliviano se concentra en la zona metropolitana de Washington DC, donde es la segunda minoría latinoamericana después de la salvadoreña, Nueva York, Miami y Los Angeles. El número de inmigrantes bolivianos se calcula en un millón, entre naturalizados, residentes permanentes e indocumentados.
En la historia contemporánea ningún presidente que buscó la reelección se impuso cuando existe un alto porcentaje de desempleo, índice que en septiembre se situó en 7,9%. Las elecciones para presidente, Congreso y otros altos cargos estales, se enmarcan en la grave coyuntura económica que atraviesa Estados Unidos con 23 millones de desocupados, un lánguido crecimiento económico que no acaba con los efectos de la recesión, alto déficit fiscal y desproporcionada deuda externa que se perfilan como el mayor desafío para el próximo inquilino de la Casa Blanca desde Franklin D. Roseevelt La campaña proselitista que terminó este lunes demandó una inversión global de seis mil millones de dólares, mil más que en 2008, que la convierte en la más costosa de la historia.
Obama y Rommey destinaron juntos millones en propaganda, viajes y concentraciones. Las propuestas de plataforma política de ambos candidatos fueron sustituidas por un mutuo intercambio de mentiras e insultos. Desde el bando republicano se calificó a Obama de "socialista" y "antinorteamericano", además de insistir en las dudas sobre su nacionalidad. Los demócratas tacharon a Romney de "buitre capitalista, chupasangre" por el pasado empresarial del candidato, su inclinación a favor de los ricos y su intención de utilizar la mano dura en la política internacional para devolver el peso en la arena mundial.
Los republicanos atacan a Obama por su política de fuerte contenido social y le reclaman que hizo poco por la recuperación económica, olvidándose que el primer afroamericano que llegó a la Casa Blanca heredó una economía que hacía aguas como resultado de las guerras en Irak y Afganistán iniciadas por George W. Bush, que contribuyó a acelerar el déficit fiscal y endeudamiento externo. La polarización de la campaña electoral contribuyó en gran parte a la confusión del elector. Mientras en 2008 la mayoría lo tenía claro y optaba por la plataforma de Obama frente a Bush, ahora se refleja en los resultados de los sondeos que dan un vitual empate electoral.
En el contexto de que el ciudadano vota pero no elige, los analistas se aventuran a predecir que habría un empate en el Colegio Electoral donde los 538 representantes deben decidir en diciembre quién será el próximo presidente. Debido a este riesgo Obama y Rommey intensificaron el último mes su campaña en los estados con altos índices de indecisos como Florida, Colorado, Iowa, Michigan, Minesota, Nevada, New Hampshire, Nuevo México, Colorado, Ohio, Pensilvania, Virginia y Wisconsin, que juntos dispondrán de 161 votos en el Colegio Electoral.
El candidato ganador debe disponer de al menos 270 electores. La incertidumbre induce a los analistas a predecir que por primera vez desde 1888 la Cámara de Representantes (diputados) -ahora con mayoría republicana- elegiría al presidente y el Senado -con ventaja demócrata- al vicepresidente. En las elecciones de este martes, además del próximo presidente, se renovará la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, autoridades estatales y numerosas propuestas como la introducción de casinos en Maryland, legalización de la marihuana en el estado de Washington, aumento del impuesto a los ricos en California.