Este hecho llegó a la justicia después de que en abril de 2013 comenzara a circular por las redes sociales una foto en la que se observaba al ahora sentenciado con un cóndor muerto, al parecer juvenil porque presentaba plumas en el abdomen, indicó a Efe una fuente del Ministerio.
El ciudadano fue declarado culpable del delito ambiental establecido en el Código Penal que establece que: "El que cace, capture, recolecte, extraiga o comercialice, especies de flora o fauna que estén legalmente protegidas, contraviniendo las disposiciones legales y reglamentarias sobre la materia, será reprimido con prisión de uno a tres años". El mismo código destaca las sanciones si el hecho se comete contra especies en peligro de extinción.
El Ministerio del Ambiente, como acusador particular en este proceso, recordó en un comunicado, que desde el inicio de las investigaciones, solicitó a las autoridades competentes la pena máxima para este delito contra los derechos de la naturaleza.
La Fiscalía pidió que el acusado, quien tiene hasta el martes próximo para apelar, se sometiera a un procedimiento abreviado, por lo que solicitó al Tribunal de Garantías Penales la imposición de una pena de seis meses, en acuerdo con el procesado y la Defensoría Pública, que asumió su defensa. Para determinar la pena, se hizo referencia a atenuantes especificados en el Código Penal relativos a la edad del procesado y su conducta, entre otros, en virtud de los cuales el Tribunal aceptó el pedido de la Fiscalía de imponer una pena de seis meses de prisión al acusado, detenido desde noviembre pasado.
El cóndor es una especie declarada en peligro de extinción en Ecuador y, según el Ministerio de Ambiente, al momento se registran en el país menos de cincuenta ejemplares en estado silvestre y 19 en cautiverio. El Ministerio ecuatoriano desarrolla al momento la llamada Estrategia de Conservación del Cóndor Andino para evitar su extinción y velar por el cumplimiento de las normas que lo protegen.