Así Giménez y Richardson aludieron a la incursión de firmas chinas a la industrialización del litio en Latinoamérica y de manera puntual a Bolivia, la única nación que cerró un convenio con una compañía de capitales asiáticos
Presidente Luis Arce defendió este lunes la soberanía nacional en la firma del convenio con el consorcio chino CBC para industrializar el litio frente a la amenaza del Comando Sur de los Estados Unidos que, hace unas semanas, expresó su “preocupación” por la expansión del país asiático en Latinoamérica.
“Estamos seguros que los debates, aquí, en la ciudad de Tarija, van a tomar muy en cuenta este escenario político que vamos a enfrentar y que ya estamos enfrentando esas ambiciones extranjeras en nuestro país, especialmente sobre nuestros recursos naturales y sobre el litio, en particular”, aseguró.
“Bolivia, fiel a la protección de la soberanía y de sus recursos naturales, ha firmado un contrato para industrializar nuestro litio, tanto en Oruro como en Potosí. Se van a derivar de ahí más de 42 industrias que van generar empleo para los bolivianos y eso preocupa a algunos países que están mirando” el litio, afirmó el jefe de Estado durante su participación en el XVIII Magno Congreso Ordinario de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia Bartolina Sisa en Tarija.
El mandatario izquierdista, que comanda Bolivia desde noviembre de 2020, señaló que “hemos recibido los mensajes desde Estados Unidos donde la jefa de Comando Sur ha dicho que le preocupa que Bolivia ya haya firmado un contrato con la empresa china, que es la número uno del mundo, para industrializar nuestro litio”.
El 8 de marzo, ante una comisión de la Cámara de Representantes, la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, expresó su preocupación por “la actividad maligna de nuestros adversarios”, en una clara alusión a China, nación a la que acusó de aprovecharse de los recursos naturales que hay Latinoamérica “aparentando que está invirtiendo cuando, en realidad, está extrayendo”.
Luego de indicar de manera errada que Bolivia, Chile y Argentina concentran el 60% del litio del mundo, cuando en realidad es el 68% según el informe Litio en Sudamérica difundido en 2022 por el Consejo Latinoamericano en Ciencias Sociales (Clacso) y el Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe (IEALC), el legislador Carlos Giménez preguntó cuánto de ese porcentaje “es controlado por China”. “No tengo la respuesta a esa pregunta, pero podría tratar de pedírselo a uno de nuestros socios internacionales”, respondió Richardson.
“Creo que durante demasiado tiempo hemos ignorado nuestro propio patio trasero y hemos permitido que Rusia, China e Irán, adversarios de Estados Unidos, hagan grandes incursiones en nuestra región”, advirtió Giménez, quien, incluso, dijo que “yo creo que China es nuestra mayor amenaza” y señaló que “solo va a faltar lo militar”.
Así Giménez y Richardson aludieron a la incursión de firmas chinas a la industrialización del litio en Latinoamérica y de manera puntual a Bolivia, la única nación que cerró un convenio con una compañía de capitales asiáticos.
Ello sucedió el 20 de enero de este año cuando Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) firmó un convenio con el consorcio chino CBC (CATL BRUNP & CMOC) para la instalación de dos plantas con la tecnología de Extracción Directa de Litio (EDL) en salares de Potosí y Oruro con una inversión superior a los $us 1.083 millones.
Arce señaló que hay que “tomar en cuenta” esta “amenaza” que viene de una nación que está “preocupada” porque sabe que el metal liviano es “una mercancía bastante preciada en el mundo” pues “la crisis climática y la crisis energética ya están causando daño en el planeta y se requiere un cambio tecnológico en la generación y conservación de energía y el litio, ahí, cobra una mayor y significativa importancia”.
Por ello, el jefe de Estado les dijo a las afiliadas a la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia Bartolina Sisa que el Congreso se realiza en “un momento histórico muy importante” porque además de que la “derecha internacional está volviendo a poner los ojos sobre Bolivia”, la “derecha nacional empieza a levantar cabeza”.