Si esta enmienda se convierte en ley, podría desincentivar a las empresas de IA de operar dentro de la UE
Inteligencia artificial (IA) se ha convertido en un pilar de la innovación tecnológica, y la Unión Europea (UE) está en una encrucijada legislativa que podría definir su futuro en este campo. Una reciente enmienda al Acta de IA propuesta por el Parlamento Europeo ha generado controversia y podría tener implicaciones de largo alcance.
El Parlamento Europeo ha introducido una enmienda que exige a los desarrolladores de IA revelar un resumen de todo el material con derechos de autor utilizado para entrenar sus sistemas. Esta propuesta ha sido criticada por ser tanto pesada como impracticable.
El primer obstáculo es la voluminosidad del material que tendría que ser resumido. En algunos casos, esto podría equivaler a resumir una gran parte del contenido de internet. Por otro lado, la ambigüedad en el estatus de los derechos de autor de ciertos contenidos añade una capa adicional de complejidad para cumplir con la norma.
La UE ya cuenta con una Directiva de Derechos de Autor que permite a los desarrolladores copiar y analizar datos públicos, siempre que los titulares de los derechos no se opongan. Este marco existente se considera suficiente por muchos expertos, e insuficiente por muchos creadores, por lo que la polémica está encima de la mesa.
Si esta enmienda se convierte en ley, podría desincentivar a las empresas de IA de operar dentro de la UE. Esto tendría un impacto negativo en la competitividad de la región en un sector que se espera sea crucial en los próximos años.
Imaginad un mundo en el que todos los países usan los datos de forma libre para entrenar a sus sistemas de IA mientras que en Europa no se podría hacer por causa de esta ley, generaría un desequilibrio tecnológico tremendo a largo plazo, y una fuga de cerebros de los especialistas en Inteligencia Artificial.
La industria de derechos de autor ha tenido un papel significativo en la formulación de estas políticas, buscando reglas más estrictas incluso cuando las regulaciones existentes se consideran adecuadas.
Está claro que la enmienda propuesta podría no solo afectar el desarrollo de la IA en la UE, sino que también podría establecer un precedente para cómo se regula la IA a nivel global. Es crucial que se encuentre un equilibrio entre la protección de los derechos de autor y la promoción de la innovación tecnológica, un equilibrio extremadamente difícil de conseguir.
Principales conclusiones
Justo antes del verano, en junio, los miembros del Parlamento Europeo adoptaron su posición sobre la histórica Ley de Inteligencia Artificial (IA), pero al hacerlo agregaron nuevos requisitos de derechos de autor a la propuesta original de la Comisión.
Estos requisitos obligarían a los desarrolladores de IA a revelar un resumen de todo el material protegido por derechos de autor utilizado para entrenar sus sistemas de IA. Gravosas y poco prácticas son las palabras adecuadas para describir las normas propuestas.
En algunos casos, básicamente se reduciría a proporcionar un resumen de la mitad de Internet. Por lo tanto, tiene sentido que los Estados miembros de la UE adopten una posición que reconozca que la Ley de IA no es adecuada para introducir nuevas normas relacionadas con los derechos de autor.
Sin embargo, estos requisitos poco prácticos pronto podrían convertirse en realidad, simplemente porque los legisladores de la UE quieren llegar a un acuerdo antes de finales de este año a cualquier precio.
Esas negociaciones entre las instituciones de la UE están ahora en pleno apogeo, pero algunos editores y partes de la Industria creativa continúan pidiendo a los legisladores europeos que agreguen tales requisitos, solo porque creen que les permitiría monetizar mejor el contenido que se utiliza para entrenar la IA. sistemas.
Y parece que para mantenerlos contentos, los legisladores están dispuestos a introducir apresuradamente cambios que podrían terminar dañando todo el ecosistema de IA de Europa. Estos requisitos de derechos de autor no sólo amenazan con descarrilar todos los avances realizados hasta ahora en esta importante regulación, sino que también corren el riesgo de impactar negativamente a los desarrolladores europeos de IA.
Sólo hay una pregunta importante que deberíamos hacernos ahora: ¿Europa realmente necesita normas de derechos de autor adicionales en este contexto de IA? La respuesta es simple e inequívoca: no.
Porque la UE ya cuenta con un marco de derechos de autor muy completo. Los titulares de derechos lo saben muy bien y hoy en día hacen pleno uso de sus derechos. Esta discusión se centra en el papel fundamental de los datos en el entrenamiento de modelos de IA, que mi publicación anterior del blog cubre con más detalle. Los datos son cruciales para mejorar el rendimiento de los modelos de IA, mejorar su precisión y mitigar el riesgo de sesgo.
Después de un intrincado proceso de negociación de cuatro años, la directiva de derechos de autor de la UE finalmente se adoptó en 2019, hace apenas unos años.
Es más, estas normas no entraron en vigor hasta 2021, por lo que son casi completamente nuevas. Esta es la razón por la que Thierry Breton, Comisario Europeo para el Mercado Interior, reiteró recientemente que las normas de derechos de autor de Europa se adaptan perfectamente a la era de la IA y simplemente no necesitan ser revisadas.
Las normas europeas de derechos de autor existentes son muy simples: los desarrolladores pueden copiar y analizar grandes cantidades de datos de Internet, siempre que los datos estén disponibles públicamente y los titulares de derechos no se opongan a este tipo de uso. Por lo tanto, los titulares de derechos ya tienen el poder de decidir si los desarrolladores de IA pueden utilizar su contenido o no. Como reconoció Breton, el marco existente logra el equilibrio adecuado entre los diferentes intereses en juego.
Los editores ya están haciendo pleno uso de este derecho de exclusión voluntaria para negociar acuerdos con los desarrolladores de IA. Recientemente, varios de los principales medios franceses (entre ellos Radio France, el canal de televisión TF1, el periódico Les Échos y la emisora ??pública France Médias Monde) decidieron impedir que OpenAI utilice su contenido para entrenar sus modelos de IA.
Y eso está perfectamente bien. Simplemente están haciendo uso de los derechos que les otorga la Directiva sobre derechos de autor de la UE para negociar una remuneración por el uso de obras protegidas por derechos de autor. Varios editores ya han firmado acuerdos de este tipo en los últimos meses.
Paralelamente, los desarrolladores de IA detrás de ChatGPT implementaron una función que permite a los propietarios de sitios web evitar que el modelo GPT rastree su contenido, y Google introdujo una nueva herramienta que brinda a los editores web más control sobre cómo y si su contenido puede usarse para entrenar. Modelos de IA.
Esto sólo demuestra que los titulares de derechos ya pueden impedir que otros utilicen su contenido si no les gustan los términos en los que eso sucede. No hay necesidad alguna de establecer normas adicionales como parte de la Ley de IA.
En lugar de añadir complejidad innecesaria, los legisladores europeos deberían centrarse en reducir al mínimo la burocracia para los desarrolladores y usuarios de IA.
Además, en primer lugar, los reguladores deberían hacer cumplir eficazmente las normas de derechos de autor existentes, en lugar de permitir que el sector creativo reescriba esas normas cuando lo considere oportuno.
La Ley de IA es una oportunidad única para que la UE defina reglas claras que puedan servir como modelo para el mundo. La atención debería centrarse en promover la innovación y abordar riesgos claros, no en crear excepciones sectoriales que simplemente no son necesarias.