Lula, pasó 580 días en prisión por corrupción, se vio favorecido este año por un fallo del Supremo que anuló otras penas por corrupción que pesaban en su contra y así, recuperar sus derechos políticos, la Corte Suprema
Justicia absolvió ayer a Luiz Inácio Lula da Silva en uno de los casos de corrupción en los que el expresidente de Brasil fue acusado por la Fiscalía, informaron fuentes judiciales. Justicia Federal de Brasilia absolvió a otras seis personas, entre ellas el exministro Gilberto Carvalho, quienes habían sido denunciadas por supuestamente favorecer al sector automotriz a cambio de sobornos.
En su querella, presentada en 2017, la Fiscalía afirmó que Lula, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, editó, a cambio de supuestas coimas, una medida legislativa para favorecer a empresas del sector automotriz mediante una prórroga de los beneficios tributarios por cinco años, pero la acusación fue desestimada.
Según el juez Federico Botelho de Barros Viana, la investigación no demostró “de manera convincente” que Lula y Carvalho, quien fue su ministro y también titular de la cartera de la Secretaría de la Presidencia durante el primer Gobierno de la exmandataria Dilma Rousseff, fueran culpables.
Este proceso se enmarca dentro de la “Operación Zelotes”, que desde 2015 estudia supuestas irregularidades en el CARF, departamento del fisco encargado de sancionar a los defraudadores de impuestos, y que también salpicó a banqueros y políticos. Lula, llegó a pasar 580 días en prisión por corrupción, se vio favorecido este año por un fallo del Supremo que anuló otras penas por corrupción que pesaban en su contra y permitió así restituir sus derechos políticos.
Lula, pasó 580 días en prisión por corrupción, se vio favorecido este año por un fallo del Supremo que anuló otras penas por corrupción que pesaban en su contra y pudo, así, recuperar sus derechos políticos. La Corte Suprema anuló cuatro juicios que cursaron contra el exmandatario en tribunales de Curitiba por un conflicto de competencias y decidió que las causas deberán reiniciarse en otros juzgados, con lo que dejó sin efecto penas de casi 26 años de cárcel que pesaban en su contra.
Lula también está acusado en otra arista de la Operación Zelotes, que investiga si hubo irregularidades en la compra de aviones de combate suecos durante el gobierno de Dilma Rousseff. En este caso, el exmandatario y su hijo Luís Cláudio Lula da Silva están acusados de formar parte de un esquema de tráfico de influencias para hacer viable la adquisición de los aviones suecos y prorrogar beneficios fiscales a solicitud de las empresas.