El hecho de que las principales fundaciones de salud reciban dinero de Coca-Cola plantea un problema ético porque "están traicionando a su misión y su compromiso público de defender la salud de la gente"
Filial europea de la multinacional estadounidense Coca-Cola ha presentado sus resultados del primer semestre del año, y en él se destaca un incremento en sus beneficios del 21,8 % respecto al mismo periodo del año anterior.
Además, la compañía celebró que el pasado 5 de julio sus dos fábricas situadas en el sur de España lograron una cifra histórica de producción con más de 4 millones de litros embotellados.
Sin embargo, tras su contundente éxito de ventas y la popularidad internacional, se esconden numerosas polémicas sobre cómo la empresa trata de ocultar los problemas que causa en la salud de las personas.
El especialista en medicina preventiva Carlos Fernández conversó con RT sobre este asunto, señalando que, como otras industrias alimentarias, la compañía "intenta confundir a la población" ya sea "financiando estudios científicos que apunten a otra dirección" o bien "creando una especie de alianza con organismos públicos y con asociaciones científicas".
Coca-Cola recientemente llegó a "denunciar a gobiernos frente a los tribunales" con el propósito de "parar medidas de salud pública", señala.
Así fue el caso del "impuesto a las bebidas azucaradas que se puso hace dos años en Cataluña". "Los fabricantes de bebidas azucaradas y otros alimentos poco saludables han conseguido denunciarlo y parar este decreto", ejemplifica el doctor.
Mientras tanto, el consumo de Coca-cola continúa causando daños a la salud. Tan es así, que "en España mueren cada día entre 3 y 4 personas a consecuencia de las bebidas azucaradas", señaló Fernández, precisando que esas muertes ocurren "por diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer".
Entonces, ¿qué intenta esta multinacional pagando millones de euros a diversas fundaciones año a año?. En opinión de Fernández, su objetivo es "por un lado lavar su imagen y por otro confundir a la gente y que no sea consciente de los riesgos a los que se expone".
También sucede cuando Coca-cola patrocina actividades como carreras contra la diabetes. "Es como si el Día contra el cáncer de pulmón lo financiara Marlboro o alguna tabacalera, es un contrasentido total y es una estrategia para desviar la atención del problema del consumo de azúcar al problema del sedentarismo", sostiene el especialista.
Y en ese sentido, el hecho de que las principales fundaciones de salud reciban dinero de Coca-Cola plantea un problema ético porque "están traicionando a su misión y su compromiso público de defender la salud de la gente".
Asimismo, "el dinero que reciben suele invertirse en investigaciones sesgadas o manipuladas que dan la razón a las industrias, en este caso del azúcar", lo cual "completamente contrario a lo que se supone que debe hacer un profesional sanitario".
"Ya es bastante difícil luchar contra las industrias si encima tenemos el enemigo en casa, como es este caso, por desgracia", concluye Fernández. Los investigadores que no reciben dinero de Coca-Cola se sienten "frustrados e impotentes". Pero "también es una sensación de traición" el hecho de que "los propios compañeros que han estudiado lo mismo y que supuestamente están en el mismo barco reciban dinero de estas empresas y hagan la contra".