Cada vez son más las pelÃculas y series que tratan de llevar a la pantalla como serÃa sobrevivir en un mundo post-apocalÃptico arrasado por alguna catástrofe que acabara con la vida. Pues bien, ahora es posible saber que si, por ejemplo, una guerra nuclear asolara la Tierra, una de las bebidas que menos absorberÃa la radiación serÃa la cerveza, según ha informado el historiador Alex Wellerstein.
El miedo a una guerra nuclear llevó a Estados Unidos a autorizar un experimento para descubrir si la cerveza se vería afectada negativamente por la radiación de una bomba atómica. Así, se planeó efectuar un estudio (al que se denominó “El efecto de las explosiones nucleares sobre las bebidas envasadas comercialmente”) mediante el cual se situaron una serie de latas de varias bebidas en el lugar en el que se haría estallar una bomba nuclear.
Además, para averiguar si las ondas afectaban de manera diferente a los productos dependiendo de la distancia a la que recibieran la radiación, se colocaron varias botellas a una distancia del punto de detonación de entre uno y tres kilómetros. Como era de esperar, las botellas más cercanas a la zona cero contenían una gran cantidad de radiación, sin embargo, la sorpresa llegó al examinar las que se situaban a una cierta distancia: las latas de cerveza eran las menos contaminadas y era posible beberlas casi con toda seguridad.
Quedó demostrado que la cerveza resiste una liberación de energía equivalente a entre 20 y 30 kilotones de explosivo nuclear. Concretamente, los expertos señalaron que la radiación que contenía esta bebida se encontraba dentro de los límites permitidos para su uso en caso de emergencia. Además, el estudio no se detuvo aquí, sino que también se aventuró a demostrar si el sabor de la cerveza cambiaba después de la exposición a la radiación.
Y Para ello, usaron supuestamente a una serie de catadores que sentenciaron que las bebidas más alejadas no sufrían apenas cambios en su gusto original. Así que ya lo sabe, si algún día un apocalipsis nuclear cae sobre su ciudad, no lo dude, puede abrir tranquilamente una lata de cerveza y tomarse “una caña” en medio del desastre, eso sí, encontrar algo de picar no contaminado sea quizás algo más difícil.