Estos festejos costaron 6 millones de dólares australianos (3,8 millones de euros), según su alcalde, Clover Moore. Es el precio "de la fiesta de Año Nuevo más bonita del mundo, en el puerto más bonito del mundo", Harbour Bridge, destacó.
Por primera vez desde hace diez años, la ópera de Sídney fue la sede del lanzamiento de toneladas de pólvora como parte de las fiestas del 31 de diciembre. Los primeros fuegos artificiales comenzaron a iluminar el cielo de la ciudad tres horas antes de media noche (10H00 GMT). Las islas de Tonga en el Pacífico, fueron también de las primeras naciones en dar la bienvenida a 2014, con un festival religioso que culminó con el lanzamiendo al aire de "cañones" de bambú. Ciudades de todo Asia serán las siguientes en recibir el Año Nuevo.
Dubái prepara un 31 de diciembre sin parangón con un espectáculo pirotécnico que debe iluminar el cielo del emirato durante seis minutos. La isla artificial de Palm Jumeirah y el archipiélago de The World, 300 islas que representan el mapa del mundo, acogerán el lanzamiento de 400.000 proyectiles por parte de 200 técnicos, un espectáculo con el que el emirato espera entrar en el Libro Guinness de los Récords, indicaron las autoridades.
En Japón, la población se preparaba comprando gambas, "sashimi" de atún y otras delicias como "noodles", que en el país se consideran un símbolo para desear una larga vida. En Filipinas, las celebraciones previstas estaban atenuadas por el recuerdo del paso del tifón Haiyan. En Taclobán, que se llevó la peor parte de esta tormenta el 8 de noviembre, se preparaban fuegos artificiales para animar a la población, a pesar de las casi 8.000 personas que murieron o están desaparecidas en la zona.
En Yakarta se habían instalado 12 escenarios para realizar actuaciones que muestren en amplio caleidoscopio cultural del archipiélago. Aunque también habrá 6.500 agentes de policía desplegados por la ciudad para garantizar la seguridad ante el riesgo de ataques por parte de extremistas en este país de mayoría musulmana.
En la ciudad indonesia de Banda Aceh (noroeste), que aplica la sharia (ley islámica), la policía religiosa decomisó miles de petardos tras prohibir, por primera vez, las celebraciones del Año Nuevo consideradas impuras. En Arabia Saudita, sin embargo, la policía religiosa se mostró en contra de cualquier tipo de celebración en este reino ultraconservador, que aplica una versión rigurosa del islam y sigue el calendario de la hégira.