Tres mil millones de bolsas plásticas se utilizan anualmente en Bolivia, sin contar bolsas de comida y refresco para llevar, ni las de yogurt, helados, leche entera o en polvo.
Este estudio considera diferencias de consumo entre familias urbanas y rurales, en tres principales usos o grupos de consumo: compra de pan, compras de mercado y otros (artículos de recreación, vestimenta...), extrapolando información de campo y encuestas con datos del Censo Nacional de Población y Vivienda del 2012.
La compra de pan, en el área urbana se usan 849.568.000 bolsas plásticas/año; en tanto que en el área rural se usan 103.070.500 bolsas plásticas/año. En las compras de mercado de productos alimenticios, en el érea urbana se usan 1.104.438.400 bolsas plásticas/año; mientras en el área rural se disponen 412.282.000 bolsas plásticas/año.
Uso de bolsas plásticas en el día a día En otras compras, el área urbana gasta 467.262.400 bolsas plásticas/año; en tanto que el área rural usa 37.105.380 bolsas plásticas/año. En total, el área urbana usa 2.421.268.800 de bolsas plásticas/año y el área rural consume 552.457.880 de bolsas plásticas/año.
Este total de consumo de bolsas plásticas de 2.973.726.680 anual nacional implica un promedio de 295 bolsas per cápita/año. De acuerdo al estudio del CDS Molle, las bolsas plásticas que se regalan para la venta de pan alcanza Bs. 57.158.310 al año en Bolivia.
Reducción de uso de bolsas plásticas “Evitar este gasto en bolsas plásticas (que se fabrican en segundos, se usan 20 minutos y tardan más de 150 años en reintegrarse a la madre tierra) para proveer a todas las familias de su bolsa de tela impresa con mensajes educativos (que se utiliza cientos de veces y tarda apenas unos meses en reintegrarse a la naturaleza) costaría sólo Bs. 25.237.000”, asegura el informe del CDS Molle.
El documento destaca, además, que las bolsas de tela se elaboran con materia prima y mano de obra nacional, entre muchos otros aspectos positivos.
El informe asegura que es necesario activar un mecanismo nacional de sensibilización y educación ambiental que debiera incluir a todos los niveles, modalidades y subsistemas del Sistema Educativo Nacional, además de una red de medios ambientalmente comprometidos.
El objetivo de los procesos educativos en esta materia debe estar orientado a instalar el hábito del uso de las bolsas de tela, que contribuiría a resolver el grave problema del componente de las bolsas plásticas en los residuos sólidos, concluye el informe del CDS Molle.