«Quería quedarme en este equipo, salir no tenía ninguna lógica, porque estoy en el mejor club del mundo, me sentía bien, querido por las personas, por el presidente, por los aficionados», aseguró. Ronaldo no ocultó que se siente contento por ser actualmente el futbolista mejor pagado del mundo (en torno a 17 millones de euros netos por temporada hasta 2018), pero insistió en que el salario no fue el principal tema a discutir durante la negociación de su nuevo contrato.
«Había otros temas, el proyecto de futuro, lo que el Madrid podía ganar con mi presencia, y por eso llegamos a un acuerdo (...) Siento que éste es el club adecuado para mí», recalcó. El capitán de la selección portuguesa -con la que consiguió clasificarse para el Mundial de Brasil de 2014 en la repesca- admitió sentirse «más maduro y con más experiencia» gracias al paso de los años.
En este sentido, reconoció que las críticas a su personalidad ahora le son indiferentes y destacó la regularidad en su juego exhibida durante los últimos años como su mejor carta de presentación. El delantero luso negó que el Madrid dependa de él y ensalzó la calidad de la plantilla blanca: «No considero que cargue con el equipo a mis espaldas», aseguró el portugués, quien admitió no obstante que su elevado número de goles sí ayuda al equipo a lograr sus objetivos.
Sobre la concesión del Balón de Oro, al que es uno de los candidatos junto a Lionel Messi y Franck Ribéry, Ronaldo señaló que los números hablan por sí solos: «No sé si lo merezco o no (...) Quizá sí, como el año pasado o como hace dos años, creo que merezco ganar todos los años, a mí me gusta ganar siempre, pero sé que no depende de mí. A veces se gana y otras se pierde», explicó. Preguntado por sus diferencias con su compatriota y exentrenador, José Mourinho, el futbolista luso aseguró que nunca ha tenido en toda su carrera un enfrentamiento con su técnico: «Volvería a trabajar con él, como volvería a trabajar con otros como Ferguson, Boloni o Pellegrini», afirmó el portugués, quien negó estar enfadado con nadie.