Entre el 24 de enero al 28 de febrero es la oportunidad de darse una escapada y conocer su tradicional Feria de Alasita, para así comprobar de cerca por qué esa festividad boliviana que gira en torno al Ekeko, personaje mitológico de la cultura andina y considerado una entidad proveedora de prosperidad y fertilidad, es tan popular como fuente de los deseos y sueños de mucha gente.
La tradición establece que si uno compra allí una artesanía en miniatura que simbolice aquello que más le está haciendo falta en su vida puede verlo pronto convertido en realidad. En esta feria participan alrededor de 6.000 expositores de 65 sectores exhibiendo sus artesanías y otros productos es mejor planificar el recorrido para sacarle mayor provecho a la visita.
Vienen en billeteras o maletas bien protegidas Lucen repletas de documentos personales valiosos para muchas personas: pasaporte, VISA, tarjetas de crédito, certificados de estudio y otros papeles. Los artesanos de Alasita creen que si uno los guarda con fe, se llega a obtenerlos en realidad.
Lo que se aconseja es reservar unas dos o tres horas para esta excursión. Como todo el recorrido se hace a pie entonces hay que ir con vestimentas y zapatos cómodos. El recorrido Esta Feria de Alasita, que es organizada por la Federación Nacional de Artesanos Expositores de Navidad y Alasita (Fenaena) junto con el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, se realizará en el Campo Ferial del Bicentenario, ubicado en el Parque Urbano Central de la capital paceña.
El rumbo que siga el visitante en ese predio ferial depende del interés de cada uno.
Todo está organizado por sectores. Si se va con ganas de comprar, hay varios productos para elegir, muchos guardan un significado especial. Billetitos ‘de mentira’, prometen que el dinero no faltará en el bolsillo; minicanastas de alimentos son buscadas para garantizar el abastecimiento de productos básicos; réplicas de casas y vehículos, para asegurarse un techo y transporte propios; documentos personales, como certificados de estudio o de trabajo, pensando en la superación personal, además de maletitas con pasaportes, visas y boletos de avión para cumplir el sueño de viajar a un lugar anhelado.
Todo es parte de la infinidad de productos que los artesanos crean en versión reducida con asombrosa creatividad. Pero no todo acaba con la compra. Siguiendo la tradición de esta feria, cada 24 de enero los maestros o yatiris se encargan de realizar la ch'alla del Ekeko y de las miniaturas que se adquieran y para ello hay que buscar el sector donde ellos se concentran. Cada año la gente, que dice haber visto cumplido su deseo, vuelve a esta feria para renovar sus miniaturas